Impensable (Konohamaru x Naruto)

"OUT"

Naruto seguía en su lecho de sulfuramientos particular, pues sólo él es el culpable de sus problemas. Los causó él. Su problema radicaba en no saber cómo solucionarlos; en realidad, él no quería arreglar nada. Simplemente, dejarlo tal y como estaba. Nada más. A fin de cuentas, ésa no era su tarea; su tarea es ser Hokage, tal y como estaba haciendo en ese momento. Aguardaba ansioso la llegada de Konohamaru porque tenía un plan para él que no podría rechazar. Aunque quisiera, no podría. ¿No se supone que el que manda es el Hokage?

Por fin, alguien llamó a la puerta del despacho de Naruto. Era él: Konohamaru.

-Hola, Naruto. ¿Tienes un momento? -Su tono era cordial; no estaba dispuesto a seguir discutiendo con él. Por él, el tema ya estaba zanjado.

-Bueno, sabes perfectamente que no tengo tiempo, pero me temo que no me queda otra que tener que hablar contigo. -Naruto no había guardado su hacha de guerra-. De todos modos, tengo algo que decirte: Vas a tener que dejar momentáneamente tu puesto de líder de tu equipo.

-¿Cómo? ¿Por qué? -Preguntó con incredulidad el Sarutobi-.

-Pues porque tengo una misión de rango 'S' para ti. Nada más; alguien tiene que hacerla, y no se me ocurría a nadie más capacitado que tú. Además, seguro que te viene bien para ponerte un poco en forma. No quiero que te apalanques en un puesto tan cómodo -Eso fue una indirecta muy descarada.

-Te recuerdo que si no hubiera sido por tener a un maestro como Kakashi, tú, posiblemente, no estarías ahí sentado. Ten un poco de respeto. -Konohamaru estaba enfadándose.

-¿Tú quién demonios te has creído que eres para hablarme así? No lo tolero. Te recuerdo que yo soy tu superior y debes obedecerme. También piensa que lo haces por la aldea a la que te debes, por lo que acepta la misión y cállate. Y tienes razón: Si no hubiese sido por Kakashi, no estaría aquí sentado, pero no olvides que tú no eres él. -Le devolvió otra indirecta.

-¿Y cómo será la misión? ¿Me acompañará alguien? -Preguntó Konohamaru.

-No. Irás solo. En cualquier caso, toda la información te la proporcionará Shikamaru; no te preocupes por eso. Estimo que, si no hay inconvenientes, no estarás mucho tiempo lejos de casa. Pronto volverás a tu vida de siempre. ¿Algo más? -Naruto podía ser muy, pero que muy cínico.

-Sabes que sí hay algo más. ¿Cómo pretendes que vaya solo? Sin refuerzos y, como la misión se complique, podría morir. No lo entiendo. No te entiendo. -Cada sílaba de resentimiento le salía del mismísimo corazón.

-Es que no hay mucho que entender. Te he encargado una misión, Shikamaru te dará todos los datos, tú te irás y la cumplirás, si sobrevives. Si no... Pues, bueno, será una pena. Recuerda que los shinobis estamos concienciados desde críos a que debemos morir por y para la aldea. No es nada personal. -Mentira.

-De verdad que no puedo creer que seas capaz de hacer que me maten. Eres un ser deleznable, Naruto. No mereces ese puesto. No aprendiste nada. Nos has decepcionado a todos. -Fue lo último que dijo antes de largarse de la oficina.

Esas palabras se clavaron dentro del alma de Naruto. Naruto era consciente de cómo estaba actuando; aun así, no era capaz de controlar sus actos. Aunque dentro de él, sabía que a Konohamaru no le ocurriría nada. Al menos, eso era lo que esperaba.