𝐒𝐞𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 5.

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La morena golpeó con su dedo repetidas veces la mesa, en forma impaciente por escuchar tan siquiera una sola tecla sonar.

- Gerson, creí haber escuchado que traías a una Toon con talento.

- Y..a..así es Nora, solo dale tiempo, está calentando.

- Llevamos dos horas aquí. - le descrimino con la vista, el joven con los nervios de punta desvío su vista hacia la chica, quién solo observaba las teclas del piano.

Gerson se acercó a ella, con una sonrisa nerviosa no dejaba de mirar a la autoritaria del lugar.

- Oye ¿qué sucede?, ¿porqué no tocas? - mascullo al borde del pánico.

- No voy a tocar en frente de ella.

- ¡¿Qué!? ¡Pero prometiste que...!

- ¡Se lo que prometí! ¡Pero es que no puedo! ¡no así!.

- ¿A qué te refieres con eso? - interrogó descolocado. Hace unos momentos, le pareció la Toon con más talento en el piano, nunca antes escuchado en el estudio, y ahora, resulta: ¡Qué no puede!.

- No me agrada que me mire tanto, no puedo consentrarme. - murmuró a su lado, Gerson bajó sus nervios, tratando de entender a la chica, ok ok, solo eran sus nervios. Tenía solución.

- Está bien, comprendo. Pero necesito que entiendas lo importante que es que Nora te escuché, ella consiguió este piano para que le mostraras tú talento. Nos conviene bastante que toques ¡Pero a las de ya!

Ante su objeción, _____________ miró de nuevo a Nora y Gerson, ambos confiaban en ella, bueno, al menos uno lo hacía. ¿No era suficiente aquello?

- Porfavor, te lo ruego, solo...toca...

Y como si de una ola se tratará, varios fragmentos borrosos en su mente, la arrastraron.

~•~

- ¡Escúchame bien! - le tomó por el cuello de su camiseta, obligándole a verlo directamente a los ojos - ¡si vuelvo a ver a esa niña cerca de los instrumentos de nuevo! ¡te despido y me aseguraré que cuando salgas sea de la forma MÁS miserable que te imagines!

Lo arrojó al piso, a su lado la pequeña Toon sacó una venda de tamaño mediano, y se la colocó en la mejilla donde había sido golpeado momentos antes.

Él hombre robusto y de semblante furioso, se retiró del lugar junto al resto del equipo, dejándolos en medio del desorden causado por la femenina.

- ¿Aún te duele? - le preguntó, mirando el moretón en su rostro. Él, sin responder nada, intentó levantarse pero al instante volvió a caer.

- ___________...

- ¡No te preocupes!, tengo guardadas unas bombas que me prestó el coyote, si quieres se las pongo en su oficina y cuando abra el cajón...

- _____________. - entonces la mencionada le miró, él le negó con la cabeza - porfavor no vuelvas a tocar los instrumentos de la banda.

Ahora tendría que poner parte de su salario, eso implicaba horas extras en el trabajo, y claro, sus pequeños descansos ahora no serían nada. Y pensar que creyó que trabajar en ese estudio sería un sueño.

𝐒𝐀𝐍𝐈𝐓𝐘 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 [Yᴀᴋᴋᴏ Wᴀʀɴᴇʀ×Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora