¿Es así como voy a morir? ¿Todo se ira de mis manos en cuanto cierre los ojos? ¿Me olvidaras como tanto he temido? No puedo creer que en mis últimas horas de vida piense en ti, en tu sonrisa cuadrada, en tus ojos relucientes y ese cabello tan ondulado y castaño que se alborotaban con el viento cuando salíamos en los días nublosos. Aquellos días que jamás volverán y solo quedaran como bellos recuerdos o quizás algo amargos para ti. Yo un joven de tan solo 27 años que tenía una vida tan bella y llena de lujos por delante acabara así, recostado en una fría acera viendo la brillante luna y el cielo estrellado. Una luna que jamás había visto así de cerca, ¿realmente tiene un conejo? ¿Realmente es de queso? Lo único que puedo deslumbrar son los pozos profundos que la caracterizan y una radiante luz.
Y de repente pensé en ti, en el brillo que podía notar en tus ojos profundos cada que me veías acercarme, la forma en que me sonreías cuando te hablaba de mi banda o las fotografías que solías tomar cuando caminábamos por el parque y las tiendas en la época de navidad. Después recordé que detestabas el café y cada que salíamos cuando hacia frio pedias un té de limón el cual reemplazaba por mi café y solías hacer muecas al probarlo. Reí por eso, reí como nunca lo había hecho porque solías arrugar la nariz y a observarme con tu mirada asesina y yo solo podía sonreírte porque no sabía cómo expresar mis sentimientos, sé que eso te estresaba pero aun así seguiste conmigo. Aun así me amaste con cada poro de tu piel, con cada rincón de tu alma y yo te lo pague de aquella manera.
La respiración se me dificulta a cada segundo que pasa, trato de mover mi cuello buscando algún indicio de que alguien llego a mi ayuda pero no hay nada, solo las piezas de la motocicleta al otro extremo de donde estoy y las rojizas luces de un auto alejarse. Suspire con pesadez volviendo a fijar mi vista en el cielo. Todo está realmente frio, el viento cada vez es más fuerte y algunos copos de nieve comienzan a caer en mi rostro, me dan escalofríos sentir como se derriten y el agua corre por mejilla hasta perderse en mi cabello u oído. Trato de no cerrar los ojos por mas cansado que estoy, escucho con atención los ruidos de la naturaleza, las ramas de los arboles crujen y las hojas se mueven cayendo con delicadez al suelo. Los animales nocturnos se escabullen de sus depredadores y a los lejos se escuchan los lobos.
De nuevo trate de removerme pero escuche tu voz y el recuerdo de cuando me caía de la bicicleta enfrente de ti se me vino de repente, sonreí inconsciente y algo apenado. No era normal que me cayera enfrente de la persona que me gustaba, ese día reíste demasiado alto que mi blancuzco cuerpo se volvió rosita y me llamaste Yoongi fresita. No objete nada pues a pesar de haberme "molestado" me gusto aquel apodo así que trate de toparme contigo por casualidad varias veces solo para que me pusieras apodos o me llamaras por ese que era mi favorito. Solté un suspiro doloroso, el área de las costillas ardían y mi cabeza no paraba de sangrar. Solté de nuevo otro quejido tratando de levantarme pero mis esfuerzos fueron en vano, me iba cansando a cada minuto que pasaba, ¿era cierto que cada que vas muriendo vez tu vida como si de una película se tratase? Recuerdos que creías haber borrado y oculto en lo más profundo del rincón de tu memoria comienzan a florecer y cruzarse enfrente de ti como si de un fantasma se tratase. Las peleas sin sentido con mis padres por mi época rebelde, los conflictos que solía tener en las calles y en la escuela. Las veces que mi hermano tenía que abogar por mí diciéndoles a los maestros que no volvería a hacer dichosas bandalidades o cuando me sacaba de la estación de policías por haber salido a altas horas de la madrugada de las fiestas de Namjoon. Reí ronco al recordar al chico de bonitos hoyuelos y gran sonrisa, sé que él y mimi son muy felices, siempre los note enamorados el uno del otro, Mimi es un buen chico, elegante y de buen carácter cosa que a Namjoon la atrae de un chico.
Mimi, el pequeño Mimi... si no fuese por él nunca te hubiese conocido quizás nunca me hubiese caído enfrente tuya si no hubiese sido por él y su gran plan de poder acercarme a ti, su mejor amigo.
Escuche el sonido de mi teléfono y supuse que eras tú de nuevo, llevas marcándome a ese mismo número desde que decidí irme, terminar con todo ¿Por qué? No lo sé Tete, realmente no sé porque quise huir de todo, de nuestra bella vida, de nuestros sueños juntos ¿problemas legales? ¿Problemas con drogas? Me hubiese gustado que eso fuese pero no, solo hui porque estaba cansado de mi vida, de no darte lo que te mereces y se me hizo fácil conseguir un trabajo a las afueras del pueblo e irme sin decir nada. Sabía que me pedirías traerte conmigo, harías hasta lo imposible y era mejor dejar todo, terminar nuestra relación a que acabaras conmigo como lo estoy en estos momentos, dando mis últimos suspiros y sollozando por no haberte amado más, por ser tan mezquino y no haberte dado toda la atención y amor que necesitabas merecer, por no darte lo mismo que me dabas y me arrepiento querido Tae, me arrepiento de haber sido una persona cruel en ocasiones y darte tan poco.
Pero ¿De qué sirve arrepentirme en estos momentos cuando estoy débil y moribundo? En mi lecho de muerte, en un lugar desconocido por las montañas donde lo único que hay a mi alrededor son árboles secos y carretera, donde es imposible que autos circulen a estas altas horas de la noche por el clima ¿moriré congelado o desangrado? ¿Acaso los lobos se comerán mi cuerpo y lo dejaran irreconocible? ¿Este es mi cruel castigo por haber sido tan cruel en el pasado? Si es así, entonces mi madre tiene razón y dios me está castigando por ser alguien mal agradecido que renegaba por todo en vez de agradecer. Creo que al final si era el malo de la historia, una historia que tiene un fin no tan bueno pero del cual aprendí que en mi próxima vida no volveré a ser así... si es que llego a tener una próxima.
Solté de nuevo un suspiro, el zumbido en mis oídos se intensifico, parpadee varias veces cansado, una luz relució a lo lejos ¿acaso era mi salvación? ¿Realmente alguien imploro por mi lo que no puede hacer en mis últimos momentos? ¿Alguien quiere que viva? No lo sé y no lo resolveré, solo sé que mi cuerpo se siente tan cansado y pesado. Trate de no cerrar mis ojos y volver a ver aquella luna tan reluciente a la cual amabas tomarle fotos y no recordé haberla visto tan brillante en otras ocasiones, pareciera que si extiendo el brazo un poco más, podre tocarla, solo un poco más...
—Yoongi es hora de levantarse— una misteriosa mano tomo la mía y mis ojos se toparon con dos iris tan azules como el cielo de los días cálidos, su voz era una melodiosa que nunca en mi vida había escuchado y raramente me transmitía paz. Su rostro era tan blanco que parecía brillar, su sonrisa era tan grande que dos hoyuelos se marcaban, uno en cada mejilla. —Vamos, no quiero que te congeles — volvió a hablar con cuidado y ayudo a levantarme.
De repente mi cuerpo ya no estaba cansado, ya no sentía frio ni mi cabeza zumbaba, sentía una paz en mi interior, algo que no podía descifrar. Mire mejor a la mujer, tenía un largo, blanco y bello vestido, su cabello era platinado y estaba suelto, llevaba unas valerianas muy cómodas y sus manos eran suaves, acaricio mi mejilla y sonrió con ternura.
—Lo hiciste bien Yoongi, ahora es momento de avanzar — ella comenzó a caminar tomándome suave de la muñeca así que la seguí embelesado por la luz que radiaba, trate de mirar hacia atrás pero me lo impidió
¿Y quién no lo iba a hacer? Nadie quisiera ver como su alma abandonaba su cuerpo que trataban de reanimar los paramédicos, ya era tarde, me había cansado de esperar. El frio se colaba por mis huesos y las lágrimas se habían secado de tanto llorar, creo que grite todo lo que pude y rogué un poco por mi vida pero ahora, debía de avanzar y no volver a dejar que los tormentos me inundaran de nuevo... quizás cuando pase esta noche tengo miedo de ya no poder verte... quizás cuando la luna se oculte y el sol salga, ¿tu estarás a mi lado? No lo sé y aun no quiero descifrarlo, solo sé que a donde vaya, encontrare esa paz que tanto he buscado y algún día me reuniré contigo mi querido Taehyung.