Pasó al frente formalmente y con la cara en alto. Preparada para tomar la poción de la memoria y enfrentarse al juicio.
—La verdad, está contigo—Dijo el juez y dicho esto, dio el permiso de que la chica bebiera del vaso.
Aquí vamos.
Dio un enorme tragó y se sentó sobre un asiento que le ofrecieron por si llegaba a tener fuertes choques o impresiones.
Respiró profundo, concentrándose en el interior de su mente y los recuerdos que fluían como agua entre las manos.
Los recuerdos de su niñez…
Cada vez que hería sus piernas…
La primera vez que conjuró un Patronus…
Cuando se enfrentó a un boggart…
La vez que tiró por accidente un pastel que hizo su tía…
“Y si es así… Espero que tampoco recuerdes… Que yo siento lo mismo”.
Tapó su boca repentinamente, ¡¡No puede ser!!
¡¿Eso dijo Draco aquella noche que ella estaba borracha?!
¡¿Se habían confesado sus sentimientos?!
¡¿Y porque no dijo nada al día siguiente?!
Toda la audiencia se quedó un poco asustada por la repentina reacción, pero se relajaron cuando la vieron calmarse.
Una enorme y encantadora sonrisa jamás se borró después de eso, pero debía enfocarse por lo que estaba allí.
Debía recordar.
Recordar.Metió sus libretos en su bolso y se apresuró a salir de la habitación. Sintiendo como la hoja de mandrágora le molestaba desde ayer, y trató de moverlo un poco para sentirse más cómodo.
—Draco—Llamó alguien.
Él se dio la vuelta y era Astoria, quien lo había alcanzado para ponerse al lado suyo. Estaba tímida y llevaba un par de libros en sus brazos.
—¿Qué quieres?
—Nada—Respondió con sonrisa y se recogió un mechón—Solo… Vamos juntos, yo voy por ese camino también.
Y la verdad es que Malfoy tenía los ánimos del diablo. Se sentía muy estresado y malhumorado desde hace rato que _________ se había ido.
Chasqueo la lengua de mala gana y siguió caminando. No tenía tiempo de atender a una niñita.
De todos modos Astoria siguió a un lado suyo. Podía sentir aquel aura tan frío y tenebroso de Draco. Mil demonios habían alrededor de él: estaba muy enfadado, y sabrá merlín por qué.
Le gustaba.
Le gustaba caminar al lado suyo aunque él no tuviera ni la más mínima pizca de atención en ella.
Podía apreciar cada pequeño detalle de él. Como las arrugas de su nariz cuando hacía ese gesto de chico malo, o su cabello rubio y bien platinado lucido por los últimos rayos de sol del día.
Estaba apreciando un crepúsculo junto a él, y no podía haber nada más hermoso.
Bajó la mirada hacia la mano de él, con aquel característico anillo. Sentía las ganas carcomer sus ansias de tomar su mano y no soltarla jamás.
Jamás.
El pelirrubio apartó su mano y entonces se dio cuenta de que él se había dado cuenta: no iba a dejarla tomar su mano, y con esa mirada tan sombría que reflejaba su rostro… No había posibilidad.
Es por ella, ¿Cierto? _________ es la razón por la que no la dejaba tener una cercanía y también por la que estaba con ese humor. Se limitaba a tener contacto con los demás y parecía no tener problema en ello.
Bajó la cabeza, avergonzada.
¿Qué necesitaba para poder llamar su atención? Solo era ella misma.
¿Acaso tenía que convertirse en la heroína de Hogwarts? ¿Apellidarse “Peverell” y ser popular? ¿Tener unos hermosos y grandes ojos cafés? ¿Sonreír mucho? ¿Ser tierna y divertida?
¡Aisht! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no puede llamar su atención?! ¡¡Ella también tenía un corazón y sentía!! ¡Ella también puede amar y dar mucho cariño!
Solo… Necesitaba… Que él abriera sus puertas.
Pero al final… Si no era ella… No había posibilidades.
Vio a Draco girar una esquina, sin doblar la mirada, sin detenerse un poco al menos.
Él sólo siguió caminando, dejándola atrás. No iba a perder su tiempo en distracciones pequeñas, pues debía llegar al Armario y seguir reparándolo.
Así que subió las escaleras evitando toda sospecha.
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Hechizo ~ Draco Malfoy
ФанфикUna linda y divertida historia en la gran y sorprendente escuela de magia y hechicería, Hogwarts. Había una vez un desafío para el mundo de la magia que cayó desde el cielo. Literalmente. La era de la magia se enfrentará al descubrimiento de h...