Perfecta creación

67. La reina ha vuelto.

México, 1912

-Es real- murmura Marina aún de pie con su espalda pegada a la pared-Lo recuerdo.

-No lo digas si no quieres terminar igual que yo- advierto.

-¿Qué pasó contigo?- pregunta preocupada-¿Qué te hicieron?

-Hice un nuevo amigo- le sonrío con pesadez.

Creo que todavía no me siento completamente recuperada. Solo han pasado unas horas desde que terminé en el área de urgencias.

-Encontré a alguien que me conoció tanto como mi hermano y aún así permaneció a mi lado.

Francia, 1477

Bash y yo nos hemos vuelto buenos amigos. Tengo tres semanas aquí y ya saldé mi deuda. Aunque parece que Alexandre no le causa gracia que siga viviendo bajo su techo.

Definitivamente ya tengo el dinero para pagar mi propia habitación, pero no quiero volver con las ratas, y Bash dice que no le molesta tenerme aquí. La regla del sillón ha desaparecido, ambos nos apropiamos de un lugar de la cama y algo en mi se cuestiona porque era tal problema con que me vieran con alguien en la corte si ahora estoy durmiendo con un hombre en la misma cama y definitivamente no ha pasado nada entre nosotros. Cada uno tiene su espacio y normalmente nos damos la espalda uno al otro. Creo que se puede decir que ahora somos amigos, y compañeros de cuarto. Además nos queda más dinero desde que dividimos entre los dos el pago por la habitación. Lo cual es mejor ya que los pagos de todos los que trabajan en este pueblo se ha recortado a la mitad. La razón es que por decreto del rey cada uno de los establecimientos solo estaría activo la mitad del tiempo. El establecimiento que no haga caso a ese decreto, los guardias vendrán e incendiarán los establecimientos.

Marlene tenía razón. Están intentando presionar mandándolos a la crisis para que quien quiera que está encubriéndome colapse al no tener que comer y me venda por una barra de pan.

Incluso Alexandre tuvo un recorte de tiempo de actividad en la taberna. Tuvo que despedir a sus dos empleados por no poder pagarles.

Aunque mi lado egoísta ha despertado un poco. Ya que en lugar de salir en busca de ayudar a mi pueblo me he dado cuenta de que ya no lo es más. Hace meses que Francia está al cargo de Vincent y me he escuchado más quejas sobre el rey que sobre mi.

La mayoría de los que he escuchado mencionar mi nombre creen que estoy muerta.

Como dije; la paga por la habitación depende de mi y de Bash, lo cual es mucho más fácil de sobrellevar por el recorte de paga y de trabajo. Y ahora con más tiempo hemos podido pasar más tiempo juntos.

Desde el día que desperté sola, Sebastian comenzó a insistir en que le enseñara a leer.

Nunca había intentado enseñar a alguien, pero hasta ahora me he divertido. Y desde ese nuevo decreto me pareció buen momento para aprovechar la luz del sol.

No pudimos conseguir un libro ya que son muy costosos, y ni juntando el sueldo de ambos lograríamos conseguir uno; a menos que quisiéramos quedarnos sin comer por semanas. Pero Bash consiguió papel, tinta y una pluma.

-¿Entonces aquí?-pregunto señalando una de las palabras que escribí.

-Ma..- dice dudoso.