Psiquiátrico Portdeath.
Un nuevo paciente acaba de entrar por la puerta, aún no se cómo se llama, ni de donde procede, pero ya me estoy fijando en él. Llama mucho la atención, es fácil describirlo, de hecho con una palabra de puede hacer: enigmático.
Tendrá más o menos 17 o 18 años, ojos grandes y oscuros, mirada penetrante, pelo negro, negro azabache. Es alto, muy alto para ser asiático, sus facciones son dulces y posee una sonrisa deslumbrante. ¿Qué hace sonriendo? ¿Acaso no sabe donde esta?
Sí, sí que lo sabe, muestra alegría pero sus manos temblorosas demostraban lo contrario, estaba asustado y colérico al mismo tiempo. En su rostro se posaba una sonrisa forzada y nerviosa. Sabe dónde y el porqué de que este aquí.
Yo, estoy situado en una esquina de la habitación, cerca del despacho de nuestro psiquiatra, es mi lugar favorito dentro de este lugar, desde aquí se puede ver toda la parte baja del psiquiátrico. El despacho esta vacio, encima de la mesa hay una carpeta medio abierta, supongo que será del chico nuevo, mi corazón late muy deprisa ¿está mal si le echo un vistazo a su expediente? Claro que no, bueno supongo que no.
Entro muy despacio en el despacho de Yixing (nuestro psiquiatra), abro el documento y empiezo a leer. Park Chanyeol, 17 años, 1.86 de altura, trastorno diagnosticado: Bipolaridad. No sé porque pero me lo imaginaba, un chico alegre pero a la vez oscuro y sombrío. Dejo el expediente donde estaba y miro por la ventana del despacho que da al pasillo. Allí esta, Chanyeol, con una mueca de desagrado en la cara seguramente le acaban de sedar, unas correas sujetan sus manos por detrás de la espalda, seguramente por seguridad.
Me mira, su mirada ya no era la de antes, esos ojos dulces se habían convertido en un mensaje oculto de rabia y dolor.
Salgo del despacho, cierro la puerta, vigilo que no haya nadie cerca y me dispongo a salir de allí. Pero al girarme me choco con algo, o más bien alguien, el torso del nuevo. Miro hacia arriba y lo único son esos ojos acusatorios clavándose en mi rostro. Pero lo único que hace es decirme con una gran sonrisa:
-Ten más cuidado pequeño.-
-No me llames pequeño, soy Baekhyun, Byun Baekhyun, ¿y tú eres?- le digo. Vale, se tu nombres, tú sabes que lo se pero aún así quiero que me lo digas, pienso para mis adentros.
-Chanyeol, Park Chanyeol, siento no poder darte la mano, pero es que estoy atado, la verdad no sé porqué ya ves tú, como si fuese a hacer algo malo.-
-Si estás aquí será por algo, nos vemos Chanyeol-
Desde ese momento no volví a ver a Chanyeol, yo como siempre me paso el día solo pues suelo fijarme en los que están a mi alrededor, pero estos días solo busco a alguien, solo le busco a él. No por nada raro, simplemente cuando le vi me pico la curiosidad.
Los días pasan y no sé nada sobre él.
Hoy es un día cualquiera, una mañana cualquiera, en la que mi compañero de cuarto no está. ¿Dónde estará? Salgo de mi habitación y veo a un enfermero.
-Perdona ¿Dónde está mi compañero?
-Esta mañana le han dado el alta, ahora en un rato se te asignará un nuevo cuarto individual, un cuarto de cristal.
Cuarto individual, que raro, pero bueno mejor, no me gusta la gente. Prefiero la soledad. Cabe destacar que las habitaciones individuales son las únicas que son transparentes, me explico. Digamos que este psiquiátrico no es un psiquiátrico normal, aquí vienen las personas con un cierto nivel económico. Los más ricos son los que obtienen las llamadas habitaciones de cristal, habitaciones individuales con paredes transparentes hechas de cristal. Y hoy no sé porque me van a trasladar a una de esas.
¿Byun Baekhyun en una habitación de cristal? Tampoco tiene mucho sentido pero bueno, tampoco pasa nada. Recojo las cosas de mi habitación y un enfermero me traslada a mi nuevo cuarto. Y le veo, Park Chanyeol en la habitación de enfrente. Esta sentado al borde de la cama, mirando sus pies. Sus ojos son más profundos que de costumbre, es como si no tuviese alma, como si la oscuridad le inundase y no pudiese salir de allí. ¿Qué escondes Chanyeol? De repente me mira, sabe que lo estoy mirando asique supongo que se habrá girado por eso. Su boca se torna, se acerca a la puerta y levanta una mano. Me está saludando.
Estoy un poco en shock asique levanto la mano y le saludo de vuelta. Al ver mi gesto él sonríe. Qué bonita sonrisa tiene. Pero en que estoy pensando, a mi estas cosas no me interesan ¿no?
El chico se mueve deprisa y va a por un cuaderno y un lápiz. Está escribiendo, sus movimientos son rápidos y precisos. Arranca una de las hojas y la pone en la puerta que está enfrente de mí. Pone: ¿Estás loco? Creo que yo si, por querer salir de aquí. Miro a mí alrededor, saco mi cuaderno de escribir y le contesto: ¿Estoy loco? Sí probablemente. Estoy hablando contigo y es una lócura. Veo como el chico se ríe, pero de un momento a otro se tensa, se tensa mucho. Baja el cuaderno y se sienta en la cama otra vez. Giro la cabeza y veo a tres enfermeros entrando en su cuarto, ahora veo el porqué de su cambio de actitud, él sabía que iban a venir antes de que yo les viera. Debe ser un genio o algo parecido.
Le están atando a la cama ¿por qué le están atando?, me mira, su mirada reflejaba agobio. Me sigue mirando pero de una manera diferente, como con vergüenza, como si no quisiese que lo mirara. Pasan las horas, me tumbo en la cama y empiezo a quedarme dormido. Pero en el momento que voy a caer al placer del sueño le oigo. Oigo a Chanyeol revolviéndose en su cama, el sonido del metal de las correas que lo mantienen sujeto ¿sujeto, seguro?
Lo que oigo es a Chanyeol desatando las correas que lo mantenían prisionero ¿cómo las estará desatando? Bueno eso a mí me da igual, debo dormir. Oigo sus pasos, sus pisadas son cada vez más cercanas, como si estuviese al…No puedo terminar de pensar, están llamando a mi puerta, es él, lo sé.
Abro los ojos y ahí está enfrente de mi puerta llamando como si fuese un perrillo abandonado. Quito el pestillo y le dejo pasar. No hablamos, simplemente respiramos.
-¿Qué pasa, te has dado cuente de la hora que es?
-Sí, son exactamente las 3 y 42 minutos con 33,34…segundos.
-¿Qué haces aquí?
-No puedo dormir.
-Y a mí que me cuentas estúpido, nos van a regañar por esto.
-¿Tanto te importa lo que pase?
- No lo sé, ¿por qué te importa a ti tan poco?, te acaban de atar y ya te estás escapando.
Su gesto cambia, le ha molestado el comentario, evita mi mirada y dice:
-Lo sé.
-¿Acaso quieres que te peguen o te castiguen? ¿Estás loco?
-¿Loco por querer salir de la jaula? ¿Loco por hablar contigo? No Baekhyun, esa no es la pregunta, la pregunta es ¿Estamos locos?
-Chanyeol vete a dormir ahora mismo- Digo en un tono autoritario.
-No quiero.
-¿Pero que haces aquí?, en mi habitación, dándome la murga.
-Esto- Me coge por la cintura, me sube a su hombro y me lleva a la cama. Noto como se tensa, se tensa como la otra vez. Se inclina y me dice: Hazte el dormido o sabrán que estuve aquí.
Se marcha, cierra la puerta de mi habitación y se va a la suya con paso lento pero firme. Se mete en la cama y se vuelve a atar. Todo esto en exactamente en 2 minutos. A los 2 minutos y 20 segundos entran los enfermeros en el pasillo a vigilarnos como siempre, pero de una manera diferente, están especialmente atentos a la habitación de Chanyeol.
Tengo sueño, tengo tanto sueño que mis ojos no aguantan más y se cierran.
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Extraña perdición
FanfictionEstaba loco por tenerte entre mi boca, estaba loco por tenerte entre mis brazos, estaba loco por colocar las manos en tu cuello, loco por tocarte y besarte, loco por oír tu voz saliendo de esos labios, loco porque me mordieras, loco por tantas cosas...