Mi Faraón (higuel)

te vi por primera vez

Estaba cargando unas pesadas cajas llenas de oro y regalos de un lado a otro,sus manos le dolían y en los dedos tenía leves heridas ardientes por las astillas que habían en las cajas, Estaba muy cansado,no había dormido en días,ni comido bien ,pero debía de hacer su trabajo si no queria un castigo por parte de su amò, pronto llegaría al reino de  Tebas a visitar al faraòn y a su familia,debía apurarse y terminar su trabajo,se detuvo un momento al ver las enormes piramides alzarse con el atardecer ,sonrió levemente por la vista,era lo bueno de estos viajes podía admirar un poco los bellos paisajes

-hiro

Escucho una voz familiar llamarlo,volteo la mirada y sonrio al comprobar quién era la dueña de esa voz

Karmi miraba preocupada a su amigo,tenía heridas en las manos y no había comido ni bebido nada, suspiro,no era nada anormal ver a su amigo así pero a ella nunca le gustó verlo en ese estado y menos siendo tan joven,lo tomo del hombro y lo guío hasta donde ella dormía,era una habitación bastante lujosa para hiro,tenía una cama con sábanas,si no de la más fina tela ,se veían suaves ,una sola almohada con poco relleno,al lado de la cama había una pequeña caja que servía como mesa donde había un jarron y un pequeño basó,para hiro esto era de lo más lujoso,pues siendo un simple esclavo a èl le tocaba dormir a la intemperie con una sábana que funcionaba como ropa toda rota y llena de manchas,y karmi siendo la favorita de su amò tenía algunos derechos,vio como su amiga le daba un vaso lleno de agua y un pan a medio comer

-lo siento mucho hiro,es todo lo que pude conseguir

Dijo karmi con tristeza en la mirada,hiro solo tomo lo que se le ofrecía y sonrió para que karmi no se sintiera mal,ella solo suspiro y se sentó en su cama sintiendose culpable por no obtener algo por lo menos comestible para el asiático

Hiro se sentó en el suelo karmi le ofreció sentarse en su cama pero hiro solo negó,sentía que era mucho lujo para el

Miro el pan a medio comer,lo tomo y lo empezó a comer con tanto placer ,ya tenía hambre ,tomo el basó y le dio un sorbo y justo como esperaba,era agua de mar, siguió bebiendo sin hacer un solo gesto de asco,era su comida ,lo más descente que su amiga le había conseguido y no la iba a tirar,ya estaba acostumbrado de todos modos, siempre le daban agua salada,o agua sucia,y sobras de comida o inclusive fruta que ya se estaba pudriendo,su amiga siempre hacia lo posible por cuidarlo,le llevaba comida a escondidas,le daba aveces cobijas o le cambiaba su ropa por una menos agujerada y lo intentaba curar cuando recibía sus castigos a parte de que era la única en ese lugar que hablaba su idioma natal

Escucharon un gran ajetreo afuera de la habitación de la chica,eso solo significaba que ya habían llegado, hiro y karmi salieron lo más rápido posible para volver a sus actividades,hiro a ayudar a su amo y karmi a ver qué ropa le había escogido esta vez ese hombre,siendo la concubina de faraón debía lucir bien

Hiro colocaba todas las joyas y diamantes a su amò,mientras que otro sirviente le arreglaba las ropas ,ya estaba listo

Hiro salió de los aposentos de su amo y a pasó veloz se bajó de aquella barca saltando, cuando vio que su amo estaba cerca ,cruzo sus dedos para que el faraón pusiera ahí su pie y bajara más fácilmente los demás esclavos hacian lo mismo, sintió el peso de su amo en sus manos haciendo que las heridas en ellas ardieran más y algunas se abrieran,cuando su amo bajo,reacomodo sus manos para ayudar ahora a su amiga ,karmi le dio una mirada y le pidió perdón en silencio, hiro solo sonrió y asíntio en señal de que estaba bien, estando el faraón presente hiro y karmi deben de actuar como esclavo,y concubina

-karmi, apresurate,no podemos llegar tarde

Dijo el faraón ya impaciente,karmi le dio una última mirada a su amigo y puso su pie en sus manos dejando su peso sobre estás,hiro hizo un leve gesto de molestia pero siguió con su labor ya con su amo y su amiga en el suelo de Tebas se apresuro a caminar detrás de ellos sintiendo el ardor del suelo caliente y pequeñitas piedras incrustarse en sus pies desnudos