Unidos en cuerpo y alma, pará siempre.

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Rey 

Después de los eventos de mi transformación muchas cosas cambiaron a partir de ese momento. El día de mi metamorfosis todo cambio para mi todo lo que fue mi antigua yo murió, pero en su lugar nació la mujer del Líder Supremo, la que nació para ser su igual en este mundo y estar a su lado para toda la vida. Después de lo ocurrido con Poe y Finn aprendí que la lealtad era muy importante en la vida de un Lycans, como una ley de vida, por eso mismo sus muertes provocadas por mi me colmaron de satisfacción y no tengo remordimiento alguno, eran un par de traidores que merecían morir, en cierta forma me hubiera encantado hacerlos sufrir más, pero con sus muertes me dio por bien servida. Tal vez el ser un Lycans había despertado en mi un lado oscuro del cual me hacía sentir poderosa. Además, nadie volvió a saber de ellos y muchos menos que fue lo que les paso, Hux cumplió muy bien con su trabajo de desaparecer cualquier rastro de ellos, nadie extrañaba a ese par.

Lo único que si me duele es la enorme cicatriz que le provoque a Ben. El no lo le dio mucha importancia, pero a mí me pesa, él dice que es por la conexión que sentimos, pero en todo esto hay una ironía pues a veces me siento como si yo también tuviera la cicatriz en mi rostro.

Mi abuelo dice que eso es porque juntos somos poderosos, el poder de dos que hacen una sola y fuerte "Diada".

La Diada es un vinculo muy estrecho en algunas parejas, pero con los Lycans se hace mas poderosa, solo se dio hace muchos años y desde entonces no se ha vuelto a ver, hasta que nos vio juntos a los dos, dice que el vinculo que existe entre nosotros están poderoso que nadie nos va a separar. Y desde entonces nadie nos ha podido separar.

Cada día a su lado es una nueva experiencia, el me ha enseñado como manejar mis nuevas habilidades y en cada luna llena a controlar mis transformaciones para no dañar a nadie, ahora es cuando en realidad empecé a vivir, y ya no me siento sola, pues tengo una enorme familia antes solo éramos mi abuelo y yo, por supuesto que no iba a permitir que él se quedara viviendo solo, todos nos fuimos a vivir a la villa donde vive toda la manada.

Claro que yo seguiría con mis estudios y Ben seguiría siendo profesor de la Universidad, el me apoyaba mucho y yo a él además yo también quiero dar clases, pero con niños pequeños. Pero los problemas no terminaban nunca, todavía había algunas que le coqueteaban, eso hacía que mi sangre hirviera de coraje, pero en el fondo de mi ser confiaba en Ben Solo, el era mío a si como yo era completamente suya.

Ben

Desde el día la transformación de Rey no nos volvimos a separar jamás, el lugar de ella era a mi lado como mi pareja era la nueva Líder Suprema de nuestra manada, todo lo que ella dijera o hiciera tenia que ser acatado sin objeción alguna. Hable con mi familia respecto a todo lo que paso y de que la manada tenía una nueva Líder, todos estaban felices y me apoyaban en mis decisiones, además de que mi abuelo, el poderoso Anakin Skywalker me apoyaba siempre.

Los hechos que ocurrieron ese día, mi buen amigo Hux hizo un buen trabajo y nadie supo que paso con esas basuras humanas, me tranquiliza que Rey no sienta pena por ellos, no lo merecen, pero en la manada la traición es castigada con la muerte, si Rey no los hubiera matado yo si lo habría hecho, mi mujer me llenaba de orgullo me hacía sentir poderoso, mi abuelo nos llamo la "Diada", un poder como la vida misma. Algo que es muy raro que ocurra en una pareja, pero no imposible.

Rey es una luchadora y nunca se da por vencida y siempre aprende algo nuevo de la vida. A veces se lamentaba por la cicatriz, pero a mí me gustaba porque era una prueba de lo poderosa que podía llegar a ser, me daba orgullo mirarme al espejo y darme cuenta de que ella era mi igual.

Unida en cuerpo y alma al LycansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora