A veces solo me apetece gritar. Gritar muy alto y muy fuerte hasta que mi voz se consuma y solo quede un pacífico silencio que ahogue mis lágrimas. A veces solo me apetece parar el tiempo y gritarle a todas esas personas que me han hecho daño lo mucho que duelen sus palabras. A veces solo me apetece llorar y llorar, gritar apretando la almohada para hacer desaparecer unos dolorosos gritos que a nadie le interesa escuchar. Pero sabes que es lo peor de todo? Que no puedo llorar, que se me han acabado las lágrimas...que ya no tengo tantas ganas de seguir adelante, que ya no tengo ganas de sonreírle a ese chico que tanto me gusta, para que? Para que se ría? Para undirme más en la miseria? No...prefiero quedarme en el infierno, sola, con mis demonios...ellos no me hacen daño...