03/12/2020

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Sueño en dos partes:

En la primera parte del sueño yo llegaba tarde a un salón de clases donde debía rendir una evaluación escrita, razón por la cual la maestra me llevaba a una pieza contigua a manera de castigo, semejante a un cuarto de lavandería, sitio en donde debía rendir el examen apartado de todos los demás alumnos.

Para mi sorpresa, buena parte de aquel examen parecía consistir de historietas y tiras cómicas, siendo la pregunta con mayor peso una suerte de cómic de unas 21 páginas: Un cómic de superhéroes, a color, con un trazo bastante bien realizado, aunque hojearlo me producía cierta hilaridad, teniendo yo la certeza inconsciente de que correspondía a la maestra el autorazgo del mismo.

Revisándolo con mayor detenimiento, aquel cómic me resultaba de difícil comprensión, pareciéndome completamente ilegibles sus diálogos, razón por la cual yo elegía contestar otras preguntas de aquel examen, consistentes en su mayoría de tiras de Mafalda, las cuales aparecían impresas a color y cuyas viñetas debían ser ordenadas a fin de cobrar sentido.

En la segunda parte del sueño, yo me encontraba en una exposición de libros que tenía lugar en la sala de conferencias de un hotel, hallándome yo a pleno gusto allí.

Sin embargo, en un momento dado, debía salir yo en búsqueda de una persona cuyo nombre se me escapa, no sé si se trataba de un amigo o familiar, pero en mi búsqueda yo visitaba las demás salas existentes en la planta inferior de aquel hotel, todas ellas decoradas con cortinajes rojos, llevándose a cabo en cada una de las mismas una suerte de representación teatral de escenas sacadas de la serie Twin Peaks: El actor era un doble exacto del Agente Cooper durante su juventud al comienzo de la serie en los años 90, y en un momento dado él me dirigía una mirada reprobatoria, como rechazando mi presencia en aquellas salas.

Sin poder encontrar a la persona a quien estaba buscando, regrese a la exposición de libros, yo fui de regreso a la sala donde tenía lugar la exposición de libros, tropezándome allí con una suerte de doble o sosías, el cual parecía ser una versión caricaturesca y al mismo tiempo idealizada de mi propia persona: Era yo, en versión adolescente, como sacado de una historieta o dibujo animado.

Al tropezarme con él le había hecho tirar al suelo los libros que transportaba, pero sin darle la menor importancia a los mismos, ese doble me ordenó ir con él fuera de aquel lugar cuanto antes.

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora