CAPÍTULO 116

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Sinceramente pensé que Lauren aún seguía con la continua idea de abortar después de haberme insistido tanto, pero al parecer la reacción al recibimiento de la noticia a Thomas la había hecho cambiar de opinión, cosa que jamás me imaginé que pasara. Yo no tenía palabras para intentar consolarlos. A Lauren le proporcionaron algunos medicamentos y al cabo de las siete de la noche ya le habían dado de alta, compartiendo la noticia de que había perdido al bebé porque su vientre aún no era apropiado para desarrollarlo correctamente así que lo mejor era esperar al menos hasta los dieciocho; habían tantos casos de chicas jóvenes dando luz a niños sanos en un embarazo completamente normal y justo a mi hermanita le ocurría esto, después de que estaba dispuesta a responsabilizarse de ello y que de hecho le hubiera puesto hasta el corazón al final.

-Esto ha sido de las peores cosas que me hayan podido pasar-. Susurró Thomas. -Una vez más la vida me vuelve a golpear con esto.

Me preguntaba a qué se refería con "esto", pero no quise caer en la imprudencia de preguntar algo que no era conveniente, quizás solo hablaba con él mismo y yo solo irrumpiría. Por otro lado a Dinah le había dado increíblemente difícil esto pero no había sido ella realmente la afectada, era demasiado sensible y sentimental. Al llegar a la cabaña que habíamos alquilado, se había quedado dormida de tanto llorar: Una vez más; era muy usual en ella al perecer.

-¿Te comentó algo al respecto?- Le pregunté a Harry.

-Solo me pidió que la abrazara, y luego se quedo dormida. Estoy empezando a pensar que tiene algún trauma con ello por alguna experiencia pasada. Lo único que dijo además de eso fue "No puede ser Harry. Otra vez este episodio repitiéndose en mi vida"... confío en que mañana quiera contarme.

-Sí. Aunque lo mejor es no tocarle el tema si ella no lo hace,

-Exacto. Estoy seguro de cómo trabajar la situación, señorita Samuelsen.

~

Me despegué del lado de Derek quien me abrazaba mientras seguía profundo haciendo fuerza para que no se despertara, pero en cambio se dio la vuelta. No aguantaba las ganas de ir al baño pero no había ido antes porque el único baño de la la cabaña quedaba atravesando la sala en el piso de abajo. No prendí la luz pero me guié con la linterna de mi celular.

-¡Taylor!- Susurró alguien en la oscuridad a unos metros de poder llegar a mi destino y me sobresalté dejando caer mi teléfono contra la fina madera del piso.

-¡Lo siento, mi culpa!- Capté la proveniencia de aquella voz y después de alumbrar con la linterna me di cuenta de que era Dinah. Estaba sentada en uno de los sofás en la penumbra y lo único que llevaba puesto era una camisa blanca de Harry: la misma con la que lo había encontrado cuando me hayaba perdida.

-¿Qué haces aquí?- Susurré imitando su entonación.

-No puedo dormir más. Dormí casi toda la tarde hasta las doce de la noche-. Respondió mientras yo me acomodaba a su lado en el sofá.

-De acuerdo, solo espero que no se te descuadre el sueño. ¿Cómo te estás sintiendo?

-Si te soy sincera, Tay... diría que no lo podré superar hasta dentro de un buen tiempo.

-Lo importante es que Lauren está bien. Ya verás cómo tendrán otra oportunidad en sus vidas de tener otro bebé a una edad que le favorezca a Lauren. Además, sé que no debería decir esto, pero Lauren no estaba preparada mentalmente para ser madre; es que ni siquiera yo lo estoy.

-Entiendo. Pero ese no es el punto de mi sufrimiento. Si te quedas te puedo contar un par de cosas al respecto.

-Hazlo,

Estando en Berlín - (Manuel Neuer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora