➛1|La niñera.

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Era muy temprano por la mañana, afuera llovía con fuerza y todo estaba completamente frio.

Me había levantado temprano para asistir a mi nuevo trabajo, comúnmente trabajaba de niñera pero de repente unas personas de grandes puestos en el mundo me llamaron para contratarme de tiempo completo, aun no sabía exactamente a quien cuidaría ero estaba lista para cualquier cosa, más o menos.

-Tu trabajo es simple, solo tienes que vigilar y atender a Dario.- Indico el señor mientras me guiaba por el pasillo.

-Esta bien señor. - Le respondí mientras caminaba detrás de el, me llamo la atención un cuadro con tres chicos de diferentes apariencias pero sin la cara.

-Espero que pueda encargarse de el, te vez muy joven, la verdad. - Siguió hablando la mujer mientras sacudía un poco su vestido blanco.

-Estoy lista para tratar con el, es más, ¿que tan difícil puede ser?. - Respondí mientras formaba una dulce sonrisa. - Por cierto, ¿Cuantos años tiene el niño?.

La pareja se vio de reojo y se quedaron unos segundos en silencio, creí que no me dirían pero soltaron de golpe al mismo tiempo.

-18 años.

Casi me tropezó por la sorpresa, era dos años mayor que yo, ¿Enserio cuidaría a un adulto?, pensé que tendría alguna enfermedad que lo hacia especial pero la mujer siguió hablando.

-No tienes que preocuparte, el es un chico educado y amable, no creo que te cause problemas. - Su tono de voz amable cambio a uno lastimero.- La mayoría del tiempo esta sentado en la biblioteca leyendo....

Me le quede viendo algo confusa, no sabia bien a que me refería hasta que mis dudas fueron respondidas por el hombre.

-El es.... - Se mantuvo en silencio unos segundos y luego continuo: - esquizofrénico.

No supe que decir, solo seguí caminando detrás de ellos, nunca había cuidado a un niño - perdón- adulto, con ese tipo de trastornos.

Me llevaron a una sala con unas puertas enormes de madera con tallado de ángeles.

-El esta adentro, como dijo mi esposa, normalmente esta aquí adentro. - Explico el hombre mientras se daba la vuelta para mirarme.

-Oh esta bien. - Me limite a decir mientras asentía levemente.

La mujer toco un par de veces las puertas y luego la abrieron entrando y dándome el paso, mire todas las estanterías repletas de libros de diferentes géneros.

-Hola cariño. - Dijo la mujer con un tono de animo evidente, no pude evitar ver como se acercaba a un sofá que estaba frente a la ventana, fijandome bien, alguien estaba ahí aunque solo alcanzaba a ver un poco de su sombra.

Di un pequeño salto cuando sentí una gruesa mano en mi hombre, voltee a ver y pertenecía al hombre quien luego empezó a hablar: - El es a quien tendrás que cuidar.

La mujer le dijo algo a la persona que estaba en el sofá pero no alcance a escuchar bien que le dijo pero tardo poco tiempo que el chico se pusiera de pie y sacudiera un poco su ropa.

Todas las ideas que tenia sobre la apariencia de ese chico desaparecieron.

Era un muchacho de estatura alta -Por lo menos 1,83 cm.- aunque su cuerpo era delgado se notaba que algunos músculos se mantenían trabajados, su rostro era escultural y parecía tallado por ángeles, su cuerpo era completamente pálido, cremoso y sin daño alguno, sus labios eran delgados y rosáceos pero estaban puestos en una fina linea inexpresiva, sus ojos entrecerrados eran de un color azul oscuro que parecían muertos, lo que mas llamaba la atención era su cabello café cenizo algo desenredado -¿Podía ser natural?- el vestía un suéter de cuello de tortuga negro y unos pantalones formales de color azul oscuro Egeo que hacían una perfecta combinación con sus ojos, estaba en calcetines blancos usando unas pantuflas negras.

ː͡➘D A R I O ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora