Experta en ilusionar (Terminada)

C A P I T U L O 6.

"Lo siento Delia, ayer me quedé dormida"

Le mandé mensaje y entré a la clase.

Todo el cuerpo me dolía, sentía que casi no me podía mover.

—¡Astrid! ¿Estás bien? Faltaste mucho en estos días— dijo Alex un poco preocupado.

—Tranquilo, estoy bien, ¿tú hiciste mis tareas?— Traté de verme lo más normal posible, sin que notara mi dolor.

—¡Si! Las hice todas.

—Perfecto Alex, te ganaste...— Le entregué dinero.

—¿En serio? ¿Tanto?—dijo sorprendido.

—¡Claro! Es lo que te mereces por ayudarme.

—Gracias, ya me dieron ganas de dedicarme a esto —me entregó los cuadernos y admiró el dinero en sus manos.

Eran muchas tareas las que nos habían dejado, no sabía cuantos trabajos en clase también me faltaba por hacer pero por el momento me conformaba con la tareas, esperaba que con eso pasara las materias.

Conforme los profesores daban su clase, yo les entregaba las tareas. De alguna manera los convencía para no entregar justificante.

—¿Sabes? Creí que te había pasado algo —Me habló Laura, una chica con la que me había acostado una vez—Lastima que estás bien.

—Di lo que quieras, sé que aún te gusto —Me acerqué a ella.

—A mi no me gusta nadie, sólo me gusta divertirme —Me miró desafiante, la tensión se sentía entre las dos.

Había pasado tiempo desde la última vez que me acosté con alguien y con Laura sólo me había acostado una vez, si lo hacía otra vez no estaba rompiendo reglas.

—Vamos al baño —Le susurré y enseguida asintió.

Al llegar nos encerramos en el baño más amplio y lo empezamos a hacer con cuidado de que nadie nos escuchara. No me importaba que me doliera todo, ya necesitaba un poco de acción en estos días tan frustrantes. Y mientras lo hacíamos, no podía evitar imaginarme a Delia, como si lo estuviera haciendo con ella.
Sabía que me tenía que apresurar más, en avanzar más, pensar en otra persona mientras lo hacía definitivamente no era normal en mi.

Al terminar le pedí que se fuera. Quería fumar sola en el baño, por lo menos ahí no me molestaban, o al menos eso creía hasta que entró una profesora y me descubrió. Sólo me llamó la atención y me dejó ir a mi clase. Entré y Laura me sonrió, yo la ignoré y me volví a sentar en mi lugar.

Vibró mi celular y rápidamente lo vi, era un mensaje de Delia.

"No te preocupes, lo supuse, hoy puedo seguir contándote la historia :)"

—¿Y esa sonrisa?—me preguntó Alex al verme.

—¿Qué?—fruncí el ceño.

—¿Estás con alguien verdad?—Sonrió.

—¿Qué dices? Claro que no.

—Cómo digas —rió y puso atención.

Que idiota, que se fije en su propia cara.

Alguien interrumpió la clase y pude ver que era Giselle quien entregó algunos papeles. Mi furia no tardó en aparecer y supe que ya era hora de vengarme de alguna manera, tal vez no me vengaría golpeándola pero si podía de otras maneras.