Es la época de los 90's y Taehyung tiene una enemistad de muerte con Jeon Jungkook, ese chico lo pone loco del remate, y no solo eso, sino que Jungkook se junta con sus antiguos mejores amigos, quienes lo dejaron de lado por ser gay (¡un maldito ma...
Tenían que volver a la rutina nuevamente. Ese mismo viernes se preparaban para un examen extra oficial, los que querían lo podían hacer y los que no, pues debían aguardar fuera del aula hasta que tocara el receso y pudieran volver a sus casa.
Taehyung y Jungkook estaban practicando pases en la cancha de vóley. Los demás alumnos estaban repartidos por cualquier parte del colegio. Al parecer ellos dos eran los únicos que se habían puesto de acuerdo en practicar un poco.
— Le estás pegando mal — lo corrigió Jungkook. — no dobles la muñeca o puedes romperte varios huesos.
— Lo siento, me olvido. A veces me acuerdo, pero...
—Pero normalmente le pegas así de mal. — dijo Jungkook con calma — te he estado observando, no entiendo todavía cómo es que eres uno de los mejores jugadores de mi equipo.
Taehyung se alzó de hombros y le devolvió la pelota.
—Literalmente que si no fuera por tus pases, perderíamos. — agregó Jungkook. — Yoongi es bueno y muy dedicado al vóley, a veces me asusta.
— Yoongi tiene una mirada que asusta en realidad... no es que juegue bien, se la pasa casi dos veces por semana mejorando sus tácticas junto a Jimin. — le explicó Taehyung dándole un golpe bajó a la pelota, Jungkook la atajó y se la devolvió otra vez. — todo el tiempo mejoran su jugada. A veces intentan predecir tus movimientos y los míos. Por eso nos ganan muchas veces.
— Pero a veces pierden.
— Aunque no lo creas los puntos van casi empatados. — dijo Taehyung agarrando la pelota debajo del brazo. Se acercó a la red al igual que Jungkook. — Yoongi tiende a hacer golpes altos, la próxima jugada deberíamos hacer que la pelota vaya en dirección contraria, hacia los de atrás. Son unos ineptos, nunca atajan nada.
Jungkook lo meditó por un momento, pero su cabeza no pensaba en el siguiente partido de vóley, sino que pensaba solamente en Taehyung al otro lado de esa molesta red de cuadraditos, sosteniendo la pelota bajo su brazo.
Se veía tan hermoso, tan angelical con esos cabellos rubios y esos ojos celestes como el agua. Su cara parecía tallada por los mismos dioses.
En especial con ese peinado hecho hacia atrás.
— Oye, ya sé que soy una obra de arte, pero por favor. No me mires así que me arruinas. — la voz gruesa y sensual de Taehyung lo sacaron de sus pensamientos.
Jungkook soltó una risita y se fue a acostar a las gradas. Taehyung lo siguió pensando en si debía de ir o no con él. Finalmente se sentó una grada más abajo que la de Jungkook. Se giró para verlo.
— ¿Vas a pagarme la entrada al parque de diversiones, Hyung? — se aventuró a decir el menor.
Taehyung miró hacia la cancha vacía y sonrió con pena.
— Depende. Si Jimin vuelve a amenazarme con esas revistas, podría considerarlo. De momento no me las ha echado en cara. ¿Y sabes lo peor? las tiene escondías y no las encuentro. ¡planeaba tirarlas a la basura!
— Oh, estuve hablando hoy con él y dijo que están en su casillero, esperando para hacerle una broma a Jackson y los demás.
— Creo que no debería meterse con Jackson. — comentó Taehyung. — lo conozco mejor que nadie, es un chico que busca problemas por que le encantan. En cuento a YeonJun... bueno... se pondría furioso si le llegan a hacer una broma así. Y Soobin... bueno, él sigue a Jun por todas partes, pareciera como si no le interesara nada. Si YeonJun hace algo, él lo sigue, al igual que con sus estúpidas bromitas. Yo creo que Soobin no lo soporta, solo...
—Solo busca que no se burlen de él. — comentó Jungkook bajando de la grada de arriba y sentándose al lado de Taehyung. — nunca te lo contó, supongo... pero a mí si y me hizo prometer que no se lo diría a nadie... Es bisexual, les gustan los chicos y las chicas y tiene un grave problema, porque le gusta YeonJun. — Jungkook miró a Taehyung quien permanecía con la boca abierta y los ojos a medio salirse — Mas te vale guardar su secreto, o va a matarme. Y a ti también. Él sabía que... que a mi me gustan los chicos, y me lo contó por esa razón hace ya un tiempo. Pero yo no debería haberte dicho nada de todo esto, tú no has oído nada de mí.
Taehyung asintió con la cabeza y la vista perdida en la chancha de vóley vacía.
Así que ese era el secreto de Soobin... No se lo esperaba ni en un millón de años.
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