EL FUNERAL

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Estoy aquí en medio de todo, existiendo sin existir, exactamente como un reflejo.

Veo como están viendo mi cuerpo, lloran, y se van.

Las horas pasan y mi cuerpo es cremado, entregando mis cenizas y depositados al lado de mi abuela. Se siente paz, miedo, dolor y felicidad.

Todos están en casa, veo a mis amigos compartiendo tiempo con mi familia. Contando lo que queríamos, Jose Luis dice:

- Deseaba vivir cocinando, con su restaurant, pero la tristeza acompañaba su corazón. Mi pequeña Cindy ya no está, se llevó una parte de nosotros. Todos la amamos.

Te ahí empieza las pláticas de nuestras aventuras, de la vida que mis padres no conocían, de los secretos que escondí y las alegrías que ellos vivieron.

El funeral estuvo lleno de emotivos mensajes pero el que dijo Mauro a nombre de mis amigos me gustó y más el final:

- Todo tiene su tiempo, tiempo de amar y dejar ir, tiempo de vivir y tiempo de morir. Cinthya estuvo a tiempo, no se fue antes o después, solo a tiempo. Debemos aprovechar el tiempo, un tiempo que no perdona, aprendemos amar cuando es tarde o demasiado temprano, todos aprendimos algo de Cinthya que fue en mi caso: hacer un pastel y ese pastel me llevo la lección más grande: paciencia y dedicación, todos aprendimos algo de ella. Pero su desventaja era no decir lo que quería y su ventaja amar con las manos, regañarte con los ojos y hablar con la verdad cuando le pedías un consejo. Pero la mayor enseñanza que dejó Cindy mi dulce niña fue: Observar y ayudar. Con amor tus amigos, porque el tiempo es ahora. Te amo Cindy.

Siempre me amo y yo a él. Pero ambos sabíamos que no era el momento, o eso creí, eso le hice creer. Escuché las anécdotas, las risas, los viajes que tuvimos, los que vendrían y los que harán sin mi. Esos son mis amigos,los que están ahí con mi familia, no importando lo sucedido.v

Vi a mis abuelos, mis tíos, primos, hermanos, padres, amigos, maestros; reunidos en un panteón para llorar, sufrir, lamentar, dar discursos y lamentar.

Escuchar a maestros no cumplir su labor de ayudar a su alumnos, amigos lamentarse por no darse cuánta, familia el reprocharse por no estar.

Y yo estoy aquí en medio de todo existiendo sin existir.

Entonces llego el momento de reflexión para todos en aquel lugar, de diferente manera, por la perdida y la realidad. Fue llegando en diferentes formas pero resumida en esto: Entonces entendieron que ciertos detalles hacen que las historias sean verdaderas.

La verdad de una realidad dolorosa, pero más real la muerte, dándose cuenta que la muerte es tan segura como un respiro, como un paso y un abrazo.

Abrazo por última vez a mi familia, a mis amigos y a mi perra. A ellos.

¿Soy feliz?

No lo sé, es algo que aún no lo decido, porque eso es tan tangible.

¿Me gustaría seguir viva?

Si y no. Si para evitar el sufrimiento de mi familia, no porque si esto no hubiese pasado, la historia seguiría igual o tomaría la decisión de cambiarla, pero la oportunidad se fue, la desperdicie como agua.

La felicidad no está en alguien si no en nosotros mismos.

Eso fue mi funeral, un lugar lleno de tristezas, reflexiones, amores, sueños rotos y por cumplir, despedidas y paz.

Ahora dime tú ¿Que harías en mi lugar?

Muchos tenemos el coraje para morir pero no para seguir viviendo. Pero ponte en mi lugar, no encuentras la salida, la razón de vivir aunque la tengas en tus ojos, no sabes cómo pedir ayuda.

Hoy morí, todo fue un día después de mi suicidó.


Un día después de mi suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora