El chico que no tuvo elección / The boy who had no choice.

Capítulo 5

DEUDAS SIN PAGAR

Los tres estudiantes de Gryffindor después de su última clase, salieron del castillo hacia los límites del bosque prohibido, rumbo a la cabaña de Hagrid. Dispuestos a descubrir el por qué Hagrid se ausentaba varios días de Hogwarts.

-Por favor, Hagrid. -Imploraba el pelirrojo.

-Ya les dije que no, es un asunto oficial que solo nos concierne a Dumbledore y a mí. -Dijo en tono severo. -Ya casi será la puesta de sol. Será mejor que os vayáis directo al castillo si no quieren tener problemas.

El trío de oro estaba a punto de salir, cuando escucharon incontables ruidos y golpes que provenían de afuera de la cabaña.

-Manténganse atrás de mí. -Dijo Hagrid tomando su ballesta e iba saliendo de la cabaña junto con Fang, su perro.

Todo el piso estaba cubierto por arañas de distintos tamaños, pero, todas estaban muertas. Estaban alineadas como si hubieran salido del bosque prohibido para llegar a la cabaña de Hagrid.

-Acaso son... -Ron ahogó un pequeño grito.

-Son arañas. -Dijo Harry totalmente serio, aquel panorama lo dejo sin palabras.

-No puede ser... Esto no puede estar bien. ¡Tengo que llegar con Aragog! -Hagrid salió corriendo hacia el bosque prohibido siguiendo el rastro sin vida de un millar de arañas.

-Yo no voy a entrar ahí. -Dijo con prontitud. -¿Estás locos? La última vez que estuvimos cerca de esa araña, casi nos come. -Comentó Ron con voz temblorosa.

-Ron tenemos que ir con Hagrid, tal vez nos necesite. - Dijo Harry. Y poco a poco Ron pudo moverse para adentrarse al bosque junto con sus amigos.

Habían pasado solo unos minutos dentro del bosque y ya se habían perdido, no encontraban a Hagrid por ningún lado y el rastro de arañas muertas había desaparecido. Se quedaron quietos cuando escucharon unos pasos veloces que cada vez estaban más cerca de ellos, los tres se alegraron de ver un rostro conocido, era Fang, que los había encontrado y después salió corriendo por donde había llegado, mientras ladraba.

-Creo que quiere que lo sigamos. -Siguieron a Fang con paso decido.

- ¡Lumos! -Dijeron. Y la punta de la varita de los jóvenes emitió una luz.

-Hagrid ¿Estás bien? -Le preguntó Hermione, mientras iban llegando detrás de él.

-Es Aragog, él está... está muerto. Lo han matado. -Decía Hagrid con lágrimas en los ojos. -Creo que mataron a toda su familia también. ¿Quién pudo haber hecho algo tan terrible?

- ¡Hagrid! -Dijo una voz ronca a unos metros de ellos. Era Firenze, el único centauro que había sido bueno con Harry. - ¡Yo lo vi todo Hagrid! Pero eran demasiados para mí, traté de defender a Aragog, pero era muy tarde. -Dijo con voz apagada.

- ¿Sabes quién hizo esto, Firenze? -Dijo Hagrid mientras se levantaba del suelo junto a Aragog.

-Fueron Mortifagos, Hagrid. Fueron como cinco de ellos.

Hagrid y los demás se quedaron pasmados al oír lo que Firenze decía.

-Pero Firenze, jamás se ha visto a un Mortifago en los alrededores de Hogwarts. -Añadió Harry con voz espesa.

-Yo sé lo que vi, yo sé con qué me enfrenté y sé que los Mortifagos mataron a todas las arañas. -Exclamó un poco alterado. -Los días son cada vez más grises ¿No lo ha notado, Hagrid? Como aquella vez. -Firenze le sostenía la mirada a Hagrid, que no había dicho ninguna palabra desde hace ya un rato.