Parte 30

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Parte 30: El valor

La mañana llegó y cuando Mew abrió los ojos volteó a su izquierda pera ver a la persona a su lado. Pero el espacio a su lado estaba vacío.
Se quedó unos minutos recostado boca arriba mientras terminaba de despertar. Cuando su cuerpo tuvo más conciencia, su oído alcanzó a escuchar la televisión en la sala. Despabiló un poco sus ojos y se levantó a su baño para enjuagar su boca y su cara.

Después salió para dirigirse a la sala, donde se encontró con el menor sentado en el sofá mirando el televisor. Se acercó a él y se inclinó detrás de él para darle un beso en su cabeza. El menor se sobresaltó un poco.

— Phi, no te escuché
Mew rodeo el sillón para sentarse a un lado de Gulf.
— ¿Cómo te sientes? — le preguntó el mayor mientras examinaba sus ojos y su cara completa.
— Me siento bien
— ¿no te sientes mal? Ayer tomaste demasiado

Gulf se notó un poco tímido ante la pregunta de Mew y sintió como sus orejas se le ponían de color rojo intenso y se sentían calientes.

— Perdón por eso — dijo apenado
— ¿Quieres hablar de eso? — preguntó Mew
— No lo sé...
— Ayer te veía demasiado ansioso por hablarlo
— Lo sé... a pesar de estar muy ebrio, puedo recordarlo todo
— ¿Entonces quieres hablarlo?
— Sí, quiero hablarlo, pero justo ahora no. Sé que tendremos otros días que no vamos a vernos tan seguido... en verdad te extrañe, hoy sólo quiero estar contigo, antes de que no volvamos a vernos en días.

Mew sonrió. Él sabía que ahora que estuviera sobrio el menor no querría hablar con tantas ganas como las tenía el día anterior. Sí, tal vez había sido el alcohol que le había dado el valor de decir las cosas y por un minuto Mew quiso haberlo escuchado, ¿Qué tanto podría haber dicho nong? ¿Qué tantas cosas tendrá guardadas que nunca le ha dicho? Pero no quiso aprovecharse de la situación ni del estado de Gulf. Pero de que tenían que hablar, eso era un hecho. Cada vez las cosas se volvían más complicadas y todo iba a dar un cambio por completo ahora que habían anunciado la 2da temporada.

Sin decirle nada más a Gulf, Mew se acurrucó a su lado para mirar lo que el menor veía en la pantalla. Duraron así por un tiempo, hasta que el hambre los levantó. Ninguno tenía el ánimo de cocinar, así que decidieron pedir a casa. Mew pidió para él un poco de salmón y arroz blanco, mientras que a Gulf le pidió su buena ración de cerdo crujiente con albahaca. Platicaron como si tuvieran más días sin verse, rieron y se la pasaron tirados sobre el sofá toda la tarde, abrazados, dándose calor uno al otro. De vez en cuando la emoción les ganaba y no podían dejar de besarse por minutos y minutos. Iban a aprovecharse ese día porque no se volverían a ver hasta el evento del 14 de febrero.

Mientras Gulf yacía sobre el el cuerpo de Mew sobre el sofá, dándole pequeños besos por todo su cuello, sus labios, su nariz. Mew se planteaba en su cabeza cómo hacer para pasar juntos el día de San Valentín. Temprano por la mañana tendrían un encuentro con fans junto con varios de elenco de TharnType y de ahí Mew tendría bastante ajustado su tiempo, ya que tenía que hacer algunos negocios con Boss, además de tener que hacer un poco de trabajo de su doctorado y al final, sus clases de actuación.
— ¿Qué harás en la noche de san Valentín? – preguntó Mew mientras era llenado de besos por el menor.
Gulf se detuvo extrañado ante la pregunta tan repentina, después subió su mirada para ver la de Mew y entendió que de seguro tenía rato ya pensando en eso, tenía esa mirada en sus ojos como cuando le da mucho vueltas a un asunto, de seguro ni siquiera debió de haber disfrutado el combo de besos y caricias por estar pensando.
— No tengo ningún plan.
Ambos se quedaron en silencio, Mew agachó la mirada mientras hacía pequeños círculos con la yema de sus dedos en la espalda del menor.
— ¿podemos cenar juntos? – preguntó Mew por fin.
El menor no pudo evitar esbozar una sonrisa de ternura ante los pucheros del mayor, que seguía sin mirarlo a la cara.
— ¿Te he dicho que a veces eres más bebe que yo? – comentó el menor acercándose a su cara pera tomar sus labios y obligarlo a un beso, al cual el mayor accedió de inmediato sintiendo como el chico de piel morena le robaba cada vez más la respiración.
— de acuerdo – dijo el menor deteniendo el beso.
Apenas pudo decir esas palabras cuando el mayor volvió a jalarlo para unir sus labios de nuevo en un beso mucho más profundo que el anterior.  Empezó a desprender al menor de la ropa con la que lo había vestido la noche anterior.
— No sabes lo mucho que amo como te queda mi ropa, pero me gusta más cuando no la tienes puesta – se acercó a susurrarle al menor.
Éste apretó sus ojos en señal de placer al escuchar las palabras, continuó con el beso, hasta que el celular de Gulf empezó a sonar. Lo dejó pasar una vez, pero quien llamaba insistía e insistía. Gulf volteo a ver a Mew como pidiendo disculpas, se levantó de su lugar con él y tomó el teléfono.
— Hola Mae... de acuerdo... ¿ya?... voy a llegar un poco tarde ¿de acuerdo?... bien... ok mae...

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