único

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—Nunca más te voy a invitar a beber. 

—Oh vamos, sabes que no podrías vivir sin mi Taehyunnie. —su compañero rodó los ojos cargando al menor, Hueningkai no era la mejor persona para soportar el alcohol, pero aún así está ahí. Con su borracho e infantil mejor amigo. 

—Solo intenta caminar, pedazo de mierda.

—¡Ay! —chilló— Mi lindo Taehyunnie está enojado, ay cosita —se pegó más a él con la gran intención de molerle las pelotas— ¿Quieres que te dé mimitos llegando a casa? Porque encantado puedo hacerlo.—hizo su boca un pico para intentar alcanzarlo y fallando al instante, él gran hijo de puta lo había tirado en el cemento. 

—¡Idiota! 

—Sí, ahora cállate que no voy a tener compasión y dejaré que algún idiota te coja. —dijo molesto al par que lo levantaba. 

—¿Y sí, yo te cojo? 

—Te vas ganar una llave. 

—Yo sé que me amas. 

—Solo… camina. 

No debió de salir con Kai, no tuvo que decir que sí, y mucho menos creer que el menor no haría alguna barbaridad; a Hueningkai le gustaba jugar y esa noche… solo el rubio fue demasido estúpido para no verlo. 

Cuando llegaron al coche y botar –para nada amable– al menor en el asiento trasero, se dispuso a conducir. Eran cerca de las cuatro de la mañana del domingo, las calles desiertas y el clima un tanto cálido abrigaron a Taehyun en su camino; sus ganas de enloquecer como cualquier persona de veintidós años se esfumaron cuando el chiquillo de hebras castañas empezó actuar como un promiscuo, ¿Cómo fue a parar con aquel idiota?

Dió una mirada rápida al más alto, su respiración relajada, algunos susurros no entendibles, sus cabellos largos y ondulados revoloteando por el aire que pegaba con ellos. Jesús, nunca debió de enamorarse de ese imbécil.

Estar tan perdido con sus sonrisas radiantes, las más bellas risas (demasiado escandalosas), los cómodos abrazos que alguna vez sucedían por las noches tras una película de terror, todo era tan ideal y cliché que su cerebro se sentía mareado. 

Una emoción incomparable y un pulso descontrolado que lo delaba como un: "chico con pocas neuronas tan tonto que piensa en otro tonto", sus propias palabras hicieron eco en su cabeza, ah, odia tanto eso. 

Odia la gran debilidad ante algún capricho del menor, que incluso todo el mundo parece darse cuenta de sus sentimientos enjaulados que sus amigos bromean con él, anexando al mismo culpable de sus sentimientos que lo hacía. 

Porque así era Kai, así es y siempre será, una alma libre que le gusta disfrutar del amor, sin el ideal de estar unido a una sola persona. 

"—Si el amor no es para que todos lo vivan, ¿entonces qué es el amor?" 

Una filosofía de vida donde amor es igual a muchos y pareja es una cárcel completa, cabe decir que Kai nunca ha caído en una cárcel. 

Se golpeó con su mano—. ¿Por qué es tan difícil, sólo aceptar que no debes estar con él? —su voz en un susurro que ni él mismo podía escuchar. —Incluso eres un bobo por pensar que si puede pasar, Taehyun baja de tu nube. 

El semáforo se puso en verde y el chico siguió la marcha, no es bueno atormentarse con preguntas que no se van a responder y mucho menos responderse solo. Parecía un loco. 

Un loco infantil por confiar en pequeños cuentos de hadas que eran su refugio secreto. Encontrar a tu alma predestinada en gustos y aficiones, pláticas profundas, largas, de las que nunca te aburrías, de detalles pequeños pero significativos y  noches en vela donde el eco de los soplos cansados rompería el silencio en las cuatro paredes presentes. 

Porque Taehyun era un romántico guardado en el fondo de su cuerpo y Kai no era la persona que le daría eso. 

Nunca sería así. 

Y él merecía alguien que sí sea así.

°°°

Cuando Kai se despertó por la mañana el dolor en su cabeza era insoportable, su boca seca, su cuerpo pesado y ni un recuerdo de lo que dijo o hizo. Movió su cabeza de un lado a otro, debía asegurarse si estuvo con algún chico durante la noche no quería encontrarse con alguien repetido. No, Kai Kamal Huening nunca repite. 

Aún así y para su ¿desdicha? La única persona que esta a su lado era su amigo rubio. Taehyun hecho bolita con su pijama de dos piezas, sus mejillas rojitas, el cabello lacio en todos lados y su brazo entrelazado con el propio, decía algunas cosas en otro idioma y gruñó por lo bajo, pues el menor le había quitado parte de su cómoda cobija. 

Kamal no puedo evitar sonreír con dulzura, ¿Taehyun será consciente de lo tierno que es cuando duerme? Es probable que no, a su hyung no le gusta ser tierno, pero de alguna u otra manera siempre terminaba viéndose adorable a su lado. 

Tan chiquito y lindo, que Kai no podía darse la libertad de querer tocar y aniquilar con una noche de sexo lo que tres años de amistad había formado, no, en verdad no lo quería perder por nada. 

Flexiona su espalda para besar la mejilla del chico y tratar de salir de la cama, no espera despertarlo ni mucho menos seguir a su lado o las cosas saldría mal. 

Mas sus intentos son en vano, Kang comenzó a removerse debajo de las sábanas. Se quedó quieto, expectante a la siguiente acción del rubio y logra una sonrisa aeroza cuando los ojos color miel se abren lentamente y le regalan el más bello brillo de las mañanas. 

—Buenos días. 

—Buenos días, siento despertarte. —Tae niega— ¿Tienes hambre?

—¿Te parece que tengo hambre? 

—Es que estás muy pálido. 

El chico lo miró incrédulo aún desde la comodidad de su almohada antes de voltearse y reír. 

— ¿Y de quién es la culpa? 

—¡Ay, pues perdón! —dramatizo.

Las risas divertidas del mayor salieron a flote por el comentario y Kai se lanzó a por una guerra de cosquillas. 

Sí, probablemente ninguno se merezca él uno al otro por el momento, pero de que sus corazones laten al mismo tiempo… es una dicha que nunca debe acabar. 

Por eso uno se debe apartar, ¿no es así Kai? 

"Te quiero, pero no te merezco".

ꪖ⚘⃯  I don't deserve you  [tyunning]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora