Almas Rotas

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Es lunes 8 de Noviembre, son las 7:00 de la mañana y estoy acostada en mi cama escuchando a The Chorrdettes en mi vinilo, pensando en lo qué pasó hace dos semanas en la torre de astronomía, desde pequeña he admirado las historias de drama y romance, pero ahora se que es mejor tener solo una vida normal, lo digo por que siempre hay dos personas involucradas en la historia del personaje principal, a lo que me refiero es qué hay dos amores y al final uno tendrá que ser no correspondido; Estás dos semanas he pasado mucho tiempo con Cedric, yendo a desayunar al bosque, a visitar en lagos y a ver las estrellas, pero siempre tengo esa extraña sensación de que el esta esperando que sea otra persona al igual que yo, no he visto a Pansy últimamente, aveces la veo en los pasillos con Blaise mientras que aveces cruzamos miradas en la biblioteca, se que aun que quisiera hablarle no puedo hacerlo ya que siempre esta con Blaise,me levante a las 7:15 para alistarme para la escuela, hoy tengo clase de pociones a primera hora; me dirigí a mi salón y al entrar la vi, fue tal y como la primera vez, traía un collar con su inicial en cursiva y se veía tan linda como siempre, pero ¿Por que había decidido regresar a esta clase?, me senté donde siempre, ella quedaba al otro lado de la habitación pero aun que los otros estudiantes evitaban que pudiera verla aun que sabía que se veía hermosa.

Termino la clase y me dirigí a la torre de astronomía ya que el día era hermoso, al llegar vi a Draco Malfoy viendo el paisaje, escuchaba quejidos saliendo de su boca mientras que el sol reflejaba sus ojos llorosos, no sabía que hacer, sabía que Draco era solitario y que aun que aparentará ser alguien intimidante realmente no lo era, mientras sostenía mis libros pensando que hacer intente retroceder para dejarlo solo pero la escalera rechino y eso hizo que se diera cuenta de mi presencia.

—¿Que haces aquí Kassandra?—lo dijo mientras sus labios temblaban y sus lagrimas caían por sus mejillas que estaban rojas por el frío, no sabía que responder, quería ayudarlo ya que era novio de mi mejor amiga pero no sabía cómo hacerlo, se como se siente creer que estás solo y no querer contarle a nadie de cómo te estás sintiendo por miedo a ser una carga para los demás.

—Draco yo vine a..— dije con un tono inseguro, quería quedarme para ayudarlo a superar lo que sea que le estuviera pasando, pero sabía que no sería fácil que se abriera conmigo. —¡Lárgate!, déjame solo— al ver sus ojos llorosos sabía que no quería estar solo. — No.— intente parecer segura, pero por dentro tenía miedo de que el se fuera y no pudiera hacer nada por el, — No me voy a ir Draco, quiero que sepas que puedes contar conmigo, quiero que sepas que aun que no hemos hablado mucho poco a poco podemos comenzar a ser amigos por qué eres una persona importante para Daniella y eso te hace importante para mi, Draco puedes hablar conmigo, cuéntame ¿Que pasa?— comenzó a caminar hacia mi aun con lágrimas en sus ojos, sus manos temblaban al igual que las mías, y su nariz que ya era roja por el frío pero lo era aun más por su llanto, sus ojos estaban un poco inflamados y caminaba con pereza. —Es que no quiero perderla— dijo mientras una lágrima caía por su mejilla, retire la lágrima con mi pulgar y puse mi mano en su mejilla—¿Perder a quien Draco?— —a Daniella— dejó caer su cabeza en mi mano y lo abracé mientras su cabeza estaba en mi hombro y sus lágrimas mojaban mi ropa. —Draco, te aseguro que Daniella nunca te dejara, ella te ama como a nada en su vida, ella haría todo por ti Draco— estaba intentando consolarlo, pero era real lo que le dije, Daniella lo amaba, ella era su mitad faltante en su rompe cabezas, era alegre y entusiasmada, mientras que el la escuchaba y estaba ahí para ella en todos sus logros y caídas.

Separó su cabeza de mi hombro y me miró a los ojos. —Es que no lo entiendes, mi padre no me deja estar con ella, el no entiende que ella es mi única salvación, solo por que la considera una traidora de sangre, solo por que sus padres no son como  los míos, solo por que ella siendo  sangre pura no le sirve al señor obscuro— sus puños estaban apretados y juraba que sus uñas marcaban medias lunas en sus palmas, lo entiendo, era injusto que fuera así. —Draco.. se qué tal vez no te permitan estar con ella pero si la amas, que no te importe nada más, que no te importe si le sirve al señor obscuro o no, por qué en fin quien ama eres tú no tu padre— comenzó a llorar y de nuevo colocó su cabeza en mi hombro para abrazarme mientras que yo le di suave beso en la frente y sobaba su espalda.

Pansy, mi chica misteriosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora