Donde la semana empieza, o donde termina, algo nuevo se descubre.
¿Que pasa contigo? La hora del reloj marcaba las doce y treinta A.M.
Ella aún tenía esa duda en mente, después de tanto tiempo de rechazo hacia su persona, llega de un viaje como si nada. Permitiéndole besarla, sin quejas, sin desinterés.
Se encuentra otra vez en esa habitación sombría, donde nadie más llega, donde nadie más entra, solo ella, la persiguen las dudas, ya no lo entiende, ya no entiende a Tzuyu, ¿Como paso esto? ?En que momento ella... Se enamoró? No, no podía ser eso.
Entro y cerró la puerta de la habitación, no sabía bien como arreglar sus dudas, como resolverlas mejor dicho.
No es verdad... No es algo que pueda creer. Es imposible de entender, simplemente llego, me odio, luego se fue... Pero regresó, incluso con más afecto hacia mi que el que tenía antes, ¿Que pasa contigo? Estas totalmente...
Cayo en la realidad, ¿Podría Tzuyu estar jugando con su cabeza? Después de todo ese es su trabajo, siempre ha sido una manipuladora. Así se dio a conocer ese terrorífico nombre.
Debía hacer algo, terminaría por utilizarla para sus planes algún día, no es fácil convencer al líder de la mafia para que dieran a su mejor estratega.
Bajo la cabeza y las pego a sus rodillas, empezaba a sollozar, siempre fue incapaz de ver las cosas tal y como son, siempre era engañada, y siempre fue el blanco de todo el mundo... Desearía estar en otra vida.
Sin darse cuenta, sus sollozos empezaban a mojar y a ser un poco más audibles, no tenía ni la más mínima idea de quien se encontraba del otro lado de la puerta, escuchando sus lamentos.
"¿Por qué siempre yo?"
"¿Soy tan idiota como creía?"
"No se nada de ella, y aún así crei que alguien me amaría sin nada que pedir"
"¿Por qué tu, Tzuyu?"
La chica seguía lamentándose por todo, todo y a la vez nada. La puerta se abría cada vez más, pero esta lo ignoraba, hasta que alguien tocó su hombro y se sentó a su lado.
— ¿Un pañuelo? — Estendio su mano con el objeto. Sin mirar a Jihyo, solo al suelo.
— ¿Tzuyu? ¿Que haces aquí? — Empezaba a sentirse nerviosa.
— Escuche tu llanto desde la puerta.
La vergüenza se apoderaba de la protagonista de la historia, no sabia exactamente que decir ante tal afirmación, ¿Que si escucho lo que dijo?
— Me amas... Pero no confías en mi, crees que solo eres otro objeto más para mi colección, bah, para la colección de Dawn. — La miro. — Crees que me enviaron aquí con un propósito oscuro. Cuando la verdad no es esa, no vine aquí para hacer algo malo, vine con ordenes de cuidarte, cosa que pocas veces hice. ¿Realmente me crees capaz? Soy una estafadora, una mafiosa, alguien que mata sin temor al dolor ageno. — Se acercó más a Jihyo.— Pero todo eso... Cambio, no siempre seré así, no siempre seré una mala persona, toda villana pierde su poder con la enana correcta. — Acaricio su cabello. — ¿Por qué me tienes miedo Jihyo?
— Yo...
Su corazón estaba tan acelerado que no pensaba las cosas con claridad, no sabía que hacer, tampoco sabía que decir.
— ¿Por qué estuviste tras ella todo este tiempo? ¿Que tan importante era Sana para ti? — Obviamente la chica se aprovecharía y sabría su pasado.
— Porque Sana era la alegría que alumbraba mis días, la vida me había traicionado, no todo el mundo tiene la suerte que tuviste tu, naciste con padres a tu lado, con una gran casa, no viste morir a tus seres más preciados. Cuando mis padres murieron, o eso creía, fui reclutada como aprendiz de mafia, quien luego acabó por ser temida, pero no era nada sin Sana, siempre tenía que estar ella a mi lado, lejos de los demás era quien yo amaba, que estaba dispuesta a proteger con mi vida, pero era débil. No podía estar en la mafia conmigo, lo aje empezó a alejarnos a ambas, cada vez más... Esa noche... Cuando yo iba a proponerle quedarse el resto de su vida conmigo... Sucedió, eso que yo creí asesinato, eso que yo creí que fue el golpe más duro de mi vida. — Su voz empezaba a ser más baja. — Dolio... Fue cuando yo pensé que lo único bueno de mi vida se había perdido, no, resultó ser todo un engaño... Ahora ella está más feliz que nunca, engañando que es buena, cuando solo manipula a los demás... ¿Por que amaste a alguien así Unnie?
— Yo no la ame... Solo la quería, no era algo tan fuerte, no como me pasa con...
— ¿Tienes miedo a la muerte? — Carraspeo a mi lado.
— No, no das miedo. — Dijo besando sus labios.
La sinfonía entre ambas jóvenes era algo completamente diferente, un compás imposible de fallar, danzando perfectamente, sus lenguas seguían melodías que ambos corazones creaban.
Un corazón herido... Y otro que apenas descubría el dolor.
Actualice bebus ;^
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←In Love With Death→ {Jitzu}
Fanfiction-¿ No tienes miedo a la muerte? - Carraspeo a mi lado. - No, no das miedo. -Dijo besando mis labios.