Ya estaba decidido, la purga iba a empezar, lo habían anunciado en la televisión y no había vuelta atrás, todos estaban asustados menos los que iban a participar en aquella masacre, por ejemplo, Gustabo García, un chico de 26 años, de estatura media, ni muy alto ni muy bajo, rubio y con los ojos azul claro, tenía un piercing en la ceja, decía que "le favorecía bastante" y pensaba hacerse otro en la nariz.
Como decíamos, él no estaba asustado para nada, había pasado muchas cosas peores que aquella y no tenía miedo. Faltaban 5 horas para que la purga empezara, de repente el móvil le tembló, había recibido un mensaje, vió que era de Emilio
Emilio0o0
Hey joto 2:34ᵖᵐ
que pasa puerko 2:34ᵖᵐ
Necesitamos hablar con usted 2:35ᵖᵐ
Necesitamos? 2:35ᵖᵐ
solo venga
2:35ᵖᵐ
𝘂𝗯𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻📍 2:35ᵖᵐ
Gustabo miro confundido su móvil L
as preguntas se iban formando en su cabeza, pero tenía una en concreto ¿Por qué le haría salir de su casa sabiendo que en 5 horas, casi 4, iban a pintar la calle de sangre? Se puso una camisa negra y encima una sudadera rosa, unos pantalones y salió de la casa
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Cuando llegó a la ubicación varios hombres enmascarados se acercaron, no se alarmó porque sabía quienes eran, eran una mafia muy amigable, de hecho, él estaba en esa mafia Los hombres enmascarados se quitaron su máscara y enseñaron su rostro
Raúl: hola papaaa - habló el argentino Gustabo: buenas - dijo sonriendo Armando: hola Wilson, el tema es... - dijo alargando la s- como sabrás en unas horas habrá una purga- Gustabo asintió- y como sabrás en esa purga se puede cometer cualquier delito sin consecuencia - Gustabo dijo que si con la cabeza, se esperaba lo que iba a decir- Gustabo: quieres que participe, no? Armando: si tu quieres Gustabo: no creo que sea una buena idea Emilio: vamos pendejo, ni que fuera para tanto Gustabo: joder Emilio, un poco más y lloro de la emoción Manolo: entonces te vas a quedar en tu casa muerto del asco? Puede que incluso muerto, recuerda que pueden entrar en casas ajenas - Gustabo eso lo sabía de sobra- asesinar o ser asesinado - Gustabo pensó en aquellas palabras, tenía razón, podía quedarse en su casa y que en cualquier momento alguien entrase a su casa y asesinarle a sangre fría o irse con ellos, aunque la opción de morir seguía ahí, se lo pensó unos segundos, si iba a morir, quería morir acompañado.
