Al blondo no le costó más de unos minutos recaudar toda la información que había sobre la pelinegra. Su mayordomo le había conseguido todo lo que le había pedido, desde su casa, sus aburridos gustos y hobbies hasta los lugares que frecuentaba y más cercanos conocidos. Inclusive descubrió todo lo que ella había hecho por el Turner, como su club de fans, entre otras locuras que había hecho la cuatro ojos para que se percatara de su presencia y se enamorara de ella.
Patética, era la única palabra con la que podía describirla. No entendía como una persona en su sano juicio se rebajaba tanto para satisfacer el ego de una persona que ni siquiera nota que existes. ¿Es que no se tenía un poco de respeto propio? Como se podía arrastrar por alguien como el Turner.
Por lo que había podido leer le parecía una chica bastante simple y corriente desde el punto de vista del rubio, además de un tanto obsesiva, comprendía porque hasta Timmy se cansaba de su constante acoso.
Entendía a la perfección por qué era una de las más impopulares de toda la escuela, no había hecho muchas cosas para recordar, solo era una empollona más. Incluso con su vestimenta daba la impresión de una chica simple. Sus enormes gafas negras pasadas de moda, esas horribles dos coletas que no había cambiado desde que era una niña y esa ropa holgada del siglo pasado que llevaba la definían como una completa nerd.
Y ni, aunque la hubiese tenido que conquistar para una apuesta se hubiera acercado a ella, ahora mismo era la única que podía impedir que el Turner se acercara más a Trixie, cosa que no podía dejar pasar, no permitiría que el estúpido castaño le ganase. Así que tendría que utilizar todas sus cartas para convencerla de que su plan los podía beneficiar a ambos. La vida se podía poner realmente irónica cuando quería, ahora solo tenía que aguantarse, no le quedaba otra salida.
Llegó a una casa pequeña, muy diferente a la suya. Esperó no encontrarse con el terror de los niños, Vicky, quien era la hermana mayor de la cuatro ojos. Para su suerte lo recibió la interesada, llevaba la misma ropa que minutos atrás en el instituto, solo que ahora tenía los ojos rojos de seguramente haber estado llorando, debía querer mucho al chico de gorra rosa, algo que no comprendía.
—Hola, soy Remy Buxaplenty, soy del salón 3-B—se presentó lo más educadamente que pudo. —Quería hablar sobre algo que nos concierne—dijo él tranquilinamente aparentando tener más delicadeza y amabilidad de la que en verdad poseía.
La chica sabía perfectamente de quien se trataba, era uno de los chicos más populares de todo el instituto, ¿cómo no conocerlo? pero al igual que Timmy, él también estaba coladito por los huesos de la popular ojo azul.
Todo aquello le extrañaba, no entendía de que podría querer hablar con ella, no tenían nada en común. Jamás habían cruzado palabra, ni siquiera se habían dirigido alguna mirada, nunca habían interactuado, eran completos desconocidos.
—Seguramente te estas preguntando el porqué de mi presencia en tu dulce hogar—dijo irónico mirándola fijamente haciendo que ella se extrañara más y lo mirara inquisidoramente, molestándose por el tono que había empleado.
—¿Qué quieres? —preguntó directa y cortante viéndolo con cautela y con un tono más fuerte que del que siempre empleaba cuando hablaba con el Turner cosa que lo sorprendió notablemente. Pensaba que sería mucho más fácil tratar con ella.
—Es fácil, solo necesito tu ayuda en un pequeño asunto. A ti te gusta el Turner y a mi Trixie, si nos ayudamos mutuamente conseguiremos lo que queremos—dijo lanzándole una sonrisa tratando de cautivarla y que cumpliera sus deseos.
Ella sabía que el rubio era el principal rival del chico de grandes dientes, ambos querían a Trixie, pero ella los ignoraba. En verdad ella tampoco la entendía mucho, es decir, ambos chicos habían cambiado notablemente convirtiéndose en chicos muy atractivos, pero la ojo azul parecía indiferente y siempre los dejaba con un palmo de narices.
—No me interesa nada que tenga que ver con Timmy—dijo con un ligero tono de enfado y molestia mientras cerraba la puerta, pero el blondo al ver el acto al último segundo lo impidió con su pie.
Remy rápidamente pensó en otro beneficio para la cuatro ojos, no podía dejar que su plan se viniera abajo, tenía que convencerla, tenía que pensar en algo y rápido sino quería fracasar. Como odiaba esa palabra.
—¿Qué quieres? Yo te daré lo que tú desees—dijo el volviendo a sonreír un poco desesperado.
—¡No quiero nada, ya estoy cansada! ¡No quiero que me sigan tratando como una tonta, ya estoy harta, no todo es belleza! —gritó Tootie muy enfadada tratando de quitar su pie de la puerta, pero el ojiverde no cedía.
El ricachón se estaba quedando sin ideas, no se le ocurría nada con lo que convencerla, cuando de repente calló en la cuenta de lo que la pelinegra acababa de decir. "No todo es belleza", ya sabía cómo convencerla.
—¿Y si hago que te veas hermosa? —dijo él quitando su pie logrando que ella le tomase atención.
La chica paró de forcejear y analizó las palabras dichas por el blondo. "¿Y si hago que te veas hermosa?", se repetía en su mente. En verdad era una propuesta muy interesante y tentadora. Era lo que en estos momentos más quería, volverse alguien admirada y desea, tanto o más que Trixie.
—¿Bo-bonita, como Trixie? —preguntó muy interesada por las palabras pronunciadas por el rubio.
El rubio tuvo que aguantarse y resistir las enormes ganas de reírse por las ocurrencias de la chica, pero se tranquilizó y mantuvo la compostura. Conteniéndose por el bien de su plan, solo limitándose a asentir afirmativamente ante la ridícula locura que ella había dicho. Ni con todo el dinero del mundo se podría ver tan bonita como Trixie.
—¿Entonces, hay trato? —preguntó extendiendo su mano mientras la miraba fijamente, sabía que ya la tenía.
Por alguna razón Tootie sentía que estaba a punto de caer en una trampa, pero aun así deseaba cambiar, hacerle arrepentir a Timmy por no haber aceptado su amor cuando quiso dárselo solo a él.
—Qué quieres que haga—habló ella firmemente mientras le mantenía la mirada y él sonreía altaneramente.
—Hay mucho que hacer, pero primero te haré ver bella. Acompáñame—dijo con una mueca mientras se voltearaba y comenzaba a caminar hacia su limusina siendo seguido por la pelinegra.
Notas de la autora: Hola, como dije los personajes tienen 15 años, casi 16. Timmy tiene el aspecto del capítulo cuando se transformó en adolescente y tuvo una cita con Vicky en el parque de atracciones, pero menos musculoso.
Sí, hablo de Gah, el supermodelo noruego XD
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Cuidado con lo que deseas
FanfictionTimmy tiene 15 años y aún persigue el amor de Trixie pero Tootie siempre lo estropea, por ello le dice cosas crueles. Entonces ella decide dejarlo en paz. Pero a otra persona no le conviene eso, ya que sino perderá su oportunidad con la hermosa pel...