Capítulo 39

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— Nervios de punta —

Narra Finn:
Despierto... Me dormí durante todo el viaje, sin embargo el sentimiento de que ya veré a Cooper me provoca un tanto de verguenza, ansiedad y demasiada euforia. Sadie me dejó descansar en el pequeño cuarto que hay en el avión, al salir todos están apresurados, las chicas arreglándose y maquillandose para la ocasión luciendo unos hermosos vestidos, los chicos acomodandose su cabello, corbatas y preparándose mentalmente. Sólo quedo yo.
Todos en instantes me ven, me rasco la nuca en señal de incomodidad.

— Finn solo faltas tu — aclaró Wyatt —.

— ¿Qué se supone que haga? — musito —.

— No te asustes. Además ya eres lo suficientemente mayor para hacer ese tipo de declaraciones, algún día nos tocará — comenta Caleb —.

— Tranquilo Finn. Sé tu mismo — ayuda Jeremy —.

Jack se me acerca tomandome por los hombros.

— Relajate. Tienes a tus amigos y te ayudarán para arreglarte — besa mi mejilla —. Ánimo — asiento, Aidan me pasa mi traje, corbata y calzado, entro al cuarto y empiezo a cambiarme —.

(...)

Al salir los chicos comenzaron a ayudarme. Jaeden y Wyatt deciden cómo van a peinarme, Caleb y Chosen escogen la colonia que me pondré, Jack limpia mis zapatos y ata las agujetas, Aidan sacude mi traje para que no quede ninguna arruga, Caleb enseguida hace el nudo de mi corbata.
Jacob se me acerca para extenderme un tratamiento de limpieza facial (hay mascarillas, exfoliantes, de todo un poco).

— ¿Por qué haría algo así? — le pregunté —.

— ¿Has visto los poros que hay en tu nariz? ¿O por lo menos lo seca que se ve tu cara? — hago un puchero y se va —.

— Te ves bien de traje — comenta Cassie —.

— Cooper se va enamorar de ti enseguida — habla Alexandra —. ¡Es verdad! ¡No la he llamado! — se levanta de golpe para ir por su celular y comunicarse con ella —.

— ¿Cómo te sientes? — dice la pelirroja Lillis —.

— Nervioso — contesto —.

— ¿Ya memorizaste lo que te pedí? — estoy por hablar pero opto por negar con la cabeza —.

— ¡Te dije que lo hicieras! _____ va a quedar debastada — se dirige al cuarto para buscar la hoja en la que apuntó lo que tenía que aprenderme —.

Los chicos terminan. Caigo en las manos de Wyatt y Jaeden. Jeremy me rocia algo de colonia (es sutil y no tiene ese aroma tan recurrente que suele haber). Estando listo inicio por hacer mi limpieza facial.

(...)

Todos estamos sentados cada uno en su lugar. Cada quien guardando silencio mientras memorizo mis palabras en susurros. No creo que sea capaz de hacer mi cometido tampoco puede echarme de cabeza, todos me han ayudado y están aquí con el objetivo de que Cooper y yo estemos más unidos que nunca. Suspiro abrumado desviando mi mirada a otra parte, algo que por lo menos no me agobie. Decido sacar mi celular y escuchar música. Para mi mala suerte no tengo batería. Saco la caja que me dio Jeremy, roja terciopelada, la abro admirando lo que hay adentro, sonrío escasamente.

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora