Capítulo 12: Dulce Navidad

6.2K 545 496
                                    


Navidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Navidad.

NAVIDAD.

Kristal se ha pasado todo el día horneando, y vaya que preparó mucha comida. Al parecer tienen la tradición de invitar a los Davies a la cena de Nochebuena. Desconozco cuándo inició, solo que la demás familia de Reese reside en otra provincia y los visitan en las vacaciones intermedias. En cuanto a los Moore-Lawler, sus navidades no son con la familia completa. Papá es hijo único y de mi "abuela" no sé nada. Mientras que Kristal tiene una hermana pero no se llevan bien. En una de nuestras conversaciones me comentó que su hermana se opuso a su divorcio, diciendo que no podía dejar a su hijo sin su padre, aun si este era un patán con ellos. Tuvieron peleas y dejaron de hablarse por un tiempo. Además, se enfadó con su mamá por ponerse en su contra. Muy mal, señora. Con los años lo superaron, pero ninguna lo olvidó.

Las familias son complicadas.

Ayudo a Kristal a preparar los postres, lo único que puedo hacer de hecho. Preparamos tartas de mantequilla y Nanaimo bars, ambos postres tradicionales de Canadá. Son una delicia.

Les pregunté si Summer podía venir a cenar, todos, incluido Asher, estuvieron de acuerdo. Le dije a mi amiga que sus padres también podían venir, pero se negó, alegando que a ellos no les gusta convivir con "extraños". Tiene razón, jamás nos hemos visto y hacerlo en una celebración importante tal vez no sea buena idea. Así que ella decidió venir un rato y después irse a casa. Aunque queramos estar juntas, entiendo que no se pueda.

Meto los últimos postres al horno, cerrando la puerta y limpiando mis manos en el delantal azul. Me paro a un lado del mesón para observar a Kristal preparar el puré de papas, viéndose tan concentrada en su trabajo. Me alejo de la cocina hasta llegar al patio trasero donde papá le da los toques finales a la obra maestra de su esposa.

Sin duda Kristal se lució con la decoración.

No es sorpresa para nadie que ella sea una amante de la Navidad y quiera expresarlo a lo grande. Por ello la casa parece el Polo Norte. Está decorada con botas rojas, muérdagos, muñecos de nieve y la pérgola del pórtico tiene una cascada de luces a los laterales y pequeñas estrellas doradas y plateadas colgando del techo. El hecho que esté nevando le da un toque magnifico.

—¿No necesitas ayuda?

Papá niega con la cabeza terminando de colocar la estrella. Baja de la escalera, acercándose a mí.

—Creo que es suficiente decoración —dice.

Miro alrededor y asiento. George prende el interruptor que se encuentra a un lado y de pronto las luces se encienden. El color amarillo brilla con intensidad, haciéndolo ver todo más hermoso.

—Me encanta —digo asombrada.

Escucho como nos llaman desde el interior de la casa y deducimos quién es. Papá y yo compartimos una mirada antes de entrar. Nos aproximamos a la cocina donde Kristal se encuentra revisando el pavo. Al vernos, le ordena a papá preparar los bocadillos y a mí me manda a cambiarme. No contradigo su orden.

Mi último deseo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora