Era de noche y en la catedral más hermosa de la ciudad, una boda se estaba efectuando. Era una de esas bodas grandes y lujosas con cientos de invitados, donde se podía observar al amor flotando en el aire. La atmósfera era parecida a la de una escena de una película de amor, casi que se podían ver corazoncitos brotando de los poros de los novios y diciendo "¡Te amo!".
- Luce hermosa, luce preciosa, luce como aquella noche en la que la conocí. Sin duda, cuando la vi, supe que era la mujer de mi vida... Y cuando interactuamos un poco esa noche, supe que tenía todo lo que buscaba. Era como si el universo supiera lo que estaba buscando y me lo hubiese dado en bandeja de plata, cual un pirata encontrando un tesoro en alta mar... Así me sentía, como si hubiese encontrado ese tesoro ¡Qué fortuna! – pensó el hombre enamorado de la mujer quien esa noche estaba vestida de novia mientras el padre hablaba.
El padre iba pronunciando palabra por palabra, y todos estaban ansiosos esperando el momento en el que ambos novios se dijeran "Sí, acepto" para que el padre luego dijera las mágicas palabras "Ahora los declaro marido y mujer". No cabe duda de que es un sentimiento hermoso por parte de los invitados y más aún por parte de los novios. Luego de que se dijeran el famoso "sí", el hombre volvió a pensar:
- ¿Cómo decir que no? ¿Cómo negarse a tan excelente oportunidad? No tengo ni la más mínima duda de que será la mujer más feliz del mundo, pues tiene al lado al hombre que eligió para compartir el resto de su vida, al hombre al cual ella ama como si el corazón le fuera a explotar del pecho a causa de tanto amor, así como me siento yo cada vez que la miro –La ceremonia concluyó con el mágico y anhelado beso de la pareja, que simboliza el pacto de amarse y respetarse por el resto de sus vidas. Mientras se estaban besando, todos los invitados festejaban y gritaban, sin embargo, uno en particular lo hacía, pero en su mirada se podía apreciar una profunda tristeza y melancolía.Espero que seas feliz, que tengas la vida que te mereces al lado de mi mejor amigo. Yo no pude hacerlo por circunstancias de la vida, aunque te haya visto primero, aunque cada vez que te vea me sienta como el pirata que encontró su tesoro y aunque el corazón me fuera a explotar del amor. Te amo y sinceramente, espero que seas muy feliz... - dijo el padrino de la boda quien estaba presenciando como la mujer que amaba se arrojaba a los brazos de su mejor amigo para amarlo por el resto de sus vidas...