Acto VII. ¿Se acabó?

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Finalmente llegamos al centro clínico dónde trajeron a Emi, me encuentro con la entrenadora y Hitomi, Aiko quiso acompañarnos. Por más que aparenta ser su rival en las competencias, su preocupación es evidente. Incluso Rin se hizo presente al enterarse, y verla con esa expresión es sorprendente, o por lo menos no recuerdo haberla visto triste.
La señora Ibarazaki está aguardando igual que nosotros, puesto que no la dejaron entrar a la sala.

Luego de un momento, el enfermero sale con un expresión muy distinta a la que frecuenta, ahora solo refleja decepción, tristeza y preocupación. Toma una bocanada de aire para luego comenzar a hablar.

-Bien.. Emi sufrió un lesión en sus ligamentos y la parte trasera de su rodilla.. el doctor y yo, estamos de acuerdo en que ella se retire de la prueba, ya que debe reposar..-

-¿Es una broma!?- la voz de la entrenadora refleja frustración e impotencia.

-Fue por eso que te recomendé que acabarás el ejercicio pero nisiquiera me escuchaste!-

-¿Y para que!? Tu no sabes lo que significa para ella-

-La conozco mucha más que tú es casi como una hija!-

-¡Oigan paren!- la señora Ibarazaki pone en alza su voz como pocas veces, o casi nunca mejor dicho, se la ha visto.

-¿Se lo haz comunicado directamente a Emi?- está se dirige al enfermero con su tono habitual.

-No aún no..-

-Bien.. conozco a mi hija.. y se que no se da por vencida tan fácil, de igual manera, eso no quiere decir que no entienda la gravedad de lo que sucede..- ella piensa por un instante.
-Hay algo que se pueda hacer respecto a eso?-

-Uh bueno, si lo hay, y sería una cirugía, pero aunque no sea compleja tardaría cinco meses en sanar en su totalidad..-

-Pero falta poco más de un año para las olimpiadas!- Aiko suena emocionada, entiende que existe la esperanza que Emi pueda participar.

La entrenadora resopla con una mirada sería que apunta hacia la ventana y sus brazos cruzados.
-Es cierto.. pero para participar primero debería pasar la prueba y solo faltan tres días para la misma..-

El ambiente es desolador, nadie tiene una palabra para decir en un momento así.

-¿Que.. puede ser lo peor que podría suceder si Emi corre..?-
Decido romper el silencio con esa pregunta.

-Bueno.. desde mi conocimiento, si existiera algún mal movimiento, los ligamentos de Emi podrían romperse..-

-Entiendo.. es una situación muy compleja..-

-Asi es..- La señora Ibarazaki nuevamente toma la palabra.
-Lo es.. y creo que deberíamos comunicárselo a Emi..-.

-Hisao.. creo que hablo por todos aquí presente al decir, que eres el adecuado para decirle esto..-

-¿Eh? Pero creo que la señora Ibarazaki..-

-Hisao..- la mujer interrumpe mis palabras. -Se que soy la madre de Emi, y que la conozco hace más y mejor que nadie.. pero admito que hay cosas que no podría hacer o decir con ella y tú si..-.
Ella sujeta mis manos y mira mis ojos. -Hisao.. por favor dile la verdad a mi hija.. y dale un abrazo muy fuerte.. hasta que deje de llorar..-

Miro a mi alrededor para ver la expresión de todos, cada uno de los presentes asentía con su cabeza, dándome a entender que era yo el encomendado para esa tarea.

-Comprendo entonces.. ¿Creen que sea prudente que lo diga ahora..?-

-Por el momento no, dejemos que Emi descanse y luego cuando esté un poco más tranquila deberás decírselo Hisao, por mientras yo pasaré a verla, solo para asegurarme de que esté bien-

Katawa Shoujo: Un Nuevo DesafioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora