Querido diario:
Hoy recibí una llamada, era de un trabajo, no el que estaba esperando pero si uno de los tantos que fui. Me dijeron que no iba a ser por mucho tiempo, ya que solo es para reemplazar a alguien que enfermó. Igual acepté.
Mi madre se puso contenta cuando se lo conté, hasta insinuó que ahora sería más sociable. La verdad no había pensado en eso, no es mi prioridad.
El trabajo es en una ferretería, debo atender y manejar la caja, tal vez no sea mucho ingreso pero algo ayudará.
Empiezo en dos días y algo que no esperaba es que estoy emocionado por comenzar, ocupar mi mente en otra cosa.
Tal vez vuelva en dos días, para contarte como fue todo.
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Diario de un chico solitario
Teen FictionDaniel Jefferson siempre había sido muy solitario, no le gustaba la compañía de nadie. Y aunque había cierto chico que decía ser su amigo, no lo era. Él no quería ni necesitaba amigos. Su madre y su hermana no entendían porqué había adoptado esa fo...
