Quely

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La tortuga alzaba trabajosamente la mirada desde el terrario, y en sus ojos lagrimosos se podía leer suplicante el deseo de cumplir con el mandato de la especie. Era necesario reproducirse para garantizar la supervivencia.

Quizás por el efecto hipnótico de su insistencia, luego de alimentarla la llevé al ático y desde una pequeña ventana la dejé libre.

Salió volando con sus alas de carey en dirección al Sur, utilizando la cola como timón. La última maniobra para salvar un cúmulo nimbo, me permitió percibir un guiño. Jamás la olvidaré, como los elefantes.

The turtle who flew from my atticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora