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[022]

[❣️]: Cita.

Harley y Harry estaban caminando por el centro, hablando de algunas cosas no importantes que mencionar, viendo ropa a través de los vidrios, lentes de sol, zapatos... Luego de tanto caminar, accedieron a parar un poco y comprar un helado para cada uno.

Llegaron a la heladería, pudieron sus helados y se fueron a una plaza que estaba solo a dos cuadras de la dicha heladería.

Se sentaron en una banca, la cual estába bajo la sombra de un árbol. El día era bonito, pacífico, fresco, con algunas pocas personas caminando y algunos niños jugando en aquella plaza. Todo estaba muy tranquilo.

-Como adoro la menta granizada.- Hablo Harry, con exageracion cerrando los ojos y tirando su cabeza para atrás.

-Ya me di cuenta.- Murmuró, sin despegar la vista de ese chico, quien lo volvía loco. Harry lo miró.

-Como adoro tus ojos.- Murmuró. Harley sonrió con un leve rubor en sus mejillas.

-Como adoro tu rostro, es muy... Bonito.- Dijo y luego de llevo un poco de helado a su boca.

-Tu eres hermoso.- Susurró.

Ambos se quedaron mirando, con una sonrisa de idiota enamorado en sus rostros.

Harry acercó con rapidez el helado al rostro del contrario, y puso un poco de helado en su boca.

-Ups, deja que te limpié.- Susurró lo ultimo, acercándose al contrario.

Ladeó la cabeza, abrió apenas un poco su boca y Harley hizo lo mismo. Sus respiraciones calidas empezaban a mesclarse, sus corazones latian bastante rápido. Harry corto la poca distancia que los separaba; uniendo sus labios con los labios del contrario. Cerraron sus ojos, dejándose llevar por aquel sabor que el helado había creado, y como sus labios tomaban movimiento y se tornaban a algo apaciondos. Podían estar así toda la tarde, pero la falta de aire se los impedían.

Se alejaron lentamente, se miraron y sonrieron.

-Pasamos de qué queme tu cocina, a comernos la boca a besos. Que bonito, cariño.- Harry le guiño un ojo, el rubio se ruboriso.- ¿Sabes cuál es la diferencia entre el helado de menta granizada y tú?- Harley negó con la cabeza.- Que tus labios son más ricos, bebé. Y ni me imagino lo que sabrá probar tu cuello y todo lo que le sigue de bajo.- Se relamio los labios. Harley se quedó en blanco.

Si comparás un tomate con Harley: este gana de lo rojo que está.