Ninna.
Le vi. No sabía si lo estaba imaginando, pero su rostro estaba allí, entre el público. Mirándome con una sonrisa. Tenía el cabello corto, sus ojos azules me miraron con amor. Sentí ganas de llorar.
Moví mi boca en un intento por seguir con el discurso, pero mi vista se nubló, así que ni siquiera podía leer el papel.
Cuando hablé por fin, mi voz salió como un callado murmullo.
-Lo siento... No puedo hacer esto-mordí mi labio en un intento por concentrarme en su imagen.
Está allí. Allí...
Pude hacer contacto visual, pero su cara se volvió de pánico al hacerlo.
Le vi dar la vuelta, corriendo, intentando salir del lugar. Me bajé del escenario, con intenciones de no caerme en el camino.
Trenton quería detenerme.
Pero yo no quería ser detenida.
Le di un golpe en el brazo. Sabía que papá estaría enojado. Furioso. Iracundo.
Pero esto era algo que no volvería a suceder. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos habíamos visto. Demasiado como para que cualquier persona pudiese soportarlo.
Salí al patio delantero. El camino de adoquines estaba atestado de autos caros.
Miré hacia los lados, tal vez todavía anduviese por los alrededores. Estaba frenética.
Ni siquiera pude controlar el movimiento de mis pies, que se enredaron con el vestido.
Cerré los ojos, dispuesta a llevarme un buen golpe contra el suelo. Ni siquiera me daba tiempo de apoyar los brazos para suavizar el golpe.
Pero no caí.
Algo me sostuvo.
Abrí sólo un ojo, temiéndome que en realidad estuviese inconsciente.
Me topé con unos encantadores ojos color ambarino que me miraban con burla.
De repente me lamenté de no haber recibido una contusión.
Miré sus labios. Mordí los míos.
Vi duda en sus ojos. Él me sostenía por la cintura y yo tenía las manos contra su pecho. Era casi como un abrazo.
Me aclaré la garganta. Él me puso en pie, y retiró la vista de mí.
-Gracias... Dylan-sonreí, él era tan sensual (inclusive con ese traje puesto), que pensé que era una lástima que no lo volviese a ver....
<<Espera... Eso nunca me ha importado.>>
-¡Ey!-dije para llamar su atención. Él estaba encendiendo un cigarrillo.
<<¡Oh no! ¡Mierda!>>
Dylan me miró a los ojos, pero no sin antes deleitar su vista recorriéndome con la mirada.
Cuando me miró finalmente en donde era, yo estaba terriblemente furiosa. ¿Acaso Trenton no le había avisado a su invitado que en casa no se fumaba?
Mayormente ni siquiera se encendían velas, a menos que fuese estricamente necesario.
-¡Aquí no se fuma!-dije, apretando los dientes con cada palabra pronunciada. Él me regaló una sonrisa torcida, que hizo hervir mis entrañas.
-No pensé que fuese así...-dijo, pero era totalmente sarcástico.
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How to be a heartbreaker
Teen FictionNinna Morris es una rompecorazones. No quiere ataduras. Ni relaciones. Nada duradero. No quiere complicaciones. No quiere novios. Quiere disfrutar. Quiere lastimar. Ella está llena de secretos. ¿Serás el próximo? Cuando Dylan Vittale, un joven...