-¿Hace cuánto vives aqui? No te había notado antes- dije con franqueza.
-De hecho, estaba desempacando. Llegué hace unas horas.-
-Bien. Si necesitas algo, cuenta conmigo. Vivo a tres casas de aqui.-
-Gracias, y gracias por encontrar a mi perro.-
-No estaba perdido.-
-No, pero andaba suelto por la calle. Él es muy preciado para mi.-
-Bien. ¿Nos vemos luego?.-
-Vale. Adiós.-
Lo saludé con la mano.
Regresé a casa, y María preparaba la cena. Olía a carne.
-Huele rico.- dije sonriendo.
-Gracias.- dijo María.
Miré de reojo el almanaque de la cocina y recordé que debía cobrar el alquier, excepto a Félix.
Me dirigí hacia la habitación de Drake.
Toqué la puerta, y salió a los segundos.-Miranda.-
-Drake.-
-Ven, pasa.-
Entré a su cuarto.
-Hay alguien que te debe una disculpa.- dijo con la cabeza gacha.
-Miranda- dijo Cassidy.
-Te escucho.- dije con frialdad.
-Lo siento, ¿bien?. No sé por qué hice eso. Creo que sentí celos.-
-¿Por qué celos?.-
-Es que Drake está muy pendiente de ti.-
-Entre Drake y yo no sucede nada Cassidy. Debería bastarte con su palabra, pero, por si las dudas, tienes la mía también.-
-Drake no me ha negado nada...-
Me miró con un rostro en el cual se reflejaba el miedo de perder a Drake. Y comencé a entender muchas cosas en ese entonces.
-Drake, ¿eso es cierto?.- pregunté
-Yo, no... ¡Cassidy es una celosa!- exclamó.
-¡¿Disculpa?!.-
-Eso. Si confías en mi no te tendría que importar esa insignificancia.-
-No me dices la verdad.-
-Drake, contéstale a Cassidy. Ella se merece una respuesta, y creo que yo también.- dije con impaciencia.
-Bien. Desde que te conocí me gustas, Miranda. Al principio intenté conquistarte, pero luego intenté olvidarte al ver que Félix había ganado tu corazón. Traté de salir con Cassidy, pero no tuvo remedio alguno...-
Cassidy no parecía sorprendida, pero yo si... No lo podía creer. Al principio creí que algo sentía por mi, pero después pensé que no era así.
-¿Acaso fuí un juguete?.-
-No con exactitud...-
-Drake, ¿cómo pudiste?.- las lágrimas de Cassidy comenzaron a rodar por sus ojos.
-Lo siento.- dijo él.
-Eso no basta. Me has usado.-
-Creo que ustedes se deben una charla, y luego nosotros hablaremos Drake. Permiso.-
Salí de la habitación y cerré la puerta. Aún seguía sorprendida...
María nos llamó a comer.