Acabamos de llegar al gimnasio y maldición este el el paraíso por qué si que no lo es.
Ya me volví fan número uno de querer venir aquí muy seguido por qué los paisajes que ofrecen para mi preciada vista son la maldita gloría.
Hombres por todos lados, sin playera, con el cuerpo sudado mostrando el delicioso cuerpo que se gastan, ya hice ejercicio con el cuello y los ojos que me van de un lado para otro viendo todo lo que este lugar ofrece.
Sigo embobada a Jay para poder inscribirme en el lugar, hasta donde se el gimnasio es de todos los chicos en sociedad, son buenos amigos.
La chica detrás del mostrador me pide los datos, haciendo así que deje de ver a los chicos que están como los receto el doctor para buscar mi identificación y mostrársela.
Cuando todo esta listo y mi membresía también ya que vendré muy seguido aquí y no solo a entrenar mi cuerpo si no que también la visita.
Ya entiendo por qué Isa no se opuso a venir al gimnasio a hacer ejercicio, la muy zorra no me dijo todo lo que esto esconde pero ya que lo encontré no lo dejare.
Ahora entiendo por que muchas a mujeres les gusta venir al gimnasio y clara mente no necesariamente para entrenar y quien no haría lo mismo.
Sigo a Jay que me da un tour por el local, a lo lejos veo a los chicos hacer ejercicio también y quien diría que esconden todo eso bajo la playera ya que ahora se encuentran sin ella y con capas se sudor sobre ellos.
También esta la traicionera de Isa que un poco mas y saca la lengua de las rutinas que los chicos la están poniendo hacer.
-Esto es el vestidor de mujeres, aquí puedes cambiarte de ropa y luego sales para que empecemos por que tienes que ponerte en forma y endurar los músculos.
-Esta bien nos vemos en un rato -digo entrando al vestidor dejándolo a el atrás.
Busco el casillero disponible que me asignaron y abro con la llave que me dieron empiezo a desvestirme y busco la ropa que traje conmigo.
Me la coloco el top y los leggins y ato mi cabello en una cola alta, coloco mis deportivas y salgo de aquí para empezar el entrenamiento.
Busco a mis amigos y cuando los encuentro camino hasta donde de encuentran haciendo ejercicio, muchas hombres me ven y yo camino como si nada pasara.
Aunque por dentro estoy echa una gelatina, de lo nerviosa que me pone que la gente me vea mucho, sin importa de la forma en que me vean me pone de igual manera.
-Hola preciosa -dice un chico detrás de mi así que me dijo para ver quien es interrumpiendo mi camino hacía mis amigos.
-Hola -contesto a un chico muy guapo con unos ojos café hermosos.
-Mucho gusta, Fred -dice presentándose.
-Aurora -le contestó y le sonrió.
-Lindo nombre para una bella princesa como tu -dice queriendo halagar me.
-Gracias supongo -digo queriendo irme ya.
-Te gustaría conocer el lugar puedo darte un tour -dice el.
-Gracias pero...
-No será necesario -dice una voz gruesa muy conocida detrás de mi y me hago a un lado para poder verlo.
-Jayden, amigo yo la vi primero -dice el muy idiota como si fuera un perro al que se le puede escoger dueño.
-Ella llego conmigo, así que no creo qué la hallas encontrado amigo -dice Jay remarcando la ultima palabras con burla.
ESTÁS LEYENDO
Diamantes, Amor Y Arte
RomanceAurora Bach luego de tres años de estudiar lejos de casa siguiendo sus sueños regresa a su hogar para quedarse. Sale de fiesta con su mejor amiga a la casa de su novio así que decide darle una sorpresa a él de que ella estaba de regreso, y quién se...