"El trueno solo ocurre cuando está lloviendo."
Stevie Nicks.Olía a sal.
Jimin respiró profundamente, inhalando el aroma que envolvía su cuerpo, arrastrado por la suave brisa que acariciaba de manera desordenada sus cabellos rubios.
Estaba solo, únicamente acompañado del rugido de las olas que rompían contra la misma arena que enterraba lentamente sus pies descalzos.
Anochecía; y en el horizonte, tratando de escapar de la oscuridad del cielo, un rojizo Sol se escondía bajo el agua, tiñéndola de un color tan brillante como el de las naranjas.
Podía sentirlo.
Casi era capaz de notar la manera en la que los rayos del astro teñían sus mejillas de su luz azafranada, acariciando su piel.
Jimin extendió uno de sus brazos, anhelando tocarlo a pesar de conocer la imposibilidad de su deseo; observando embelesado la manera en la que el Sol se colaba todavía con fuerza entre sus dedos.
Miró con fascinación la luz que se filtraba hasta sus ojos, bordeando la silueta de su mano; y cuando esta se desvaneció por completo, el chico pudo sentir el inmediato frío que golpeó sus mejillas, que se habían mantenido cálidas hasta que el astro rey se sumergió por completo bajo el mar.
La noche cayó entonces abruptamente sobre él.
Una noche sin estrellas.
Una noche en cuyo negro cielo era imposible ver la Luna.
Respiró profundamente, sintiendo más pesado el olor a la sal y mas ruidoso el estallido de las olas.
Se mantuvo estático; pero sin tan siquiera un ligero rayo de luz allí, la arena parecía amenazar con querer engullir su cuerpo con mas rapidez, sepultándolo bajo ella y arrastrándolo hasta las profundidades del océano.
Jimin comenzó a impacientarse, como si, sin previo aviso, su cuerpo presintiese que algo estaba a punto de pasar.
Ya no había rastro de la hermosa playa en la que se había encontrado minutos atrás, ahora solo existía aquel otro lugar en el que se hallaba en ese instante.
Aquel en el que el olor a sal era molesto.
Aquel en el que el mar parecía haber enfurecido.
Aquel en el que la arena era tan fina que se tragaba su cuerpo.
Aquel en el que no brillaba el Sol.
Jimin ya no quería estar allí.
Caminó por la orilla, sintiendo cómo el agua golpeaba con fuerza contra sus pies desnudos y mojaba sus pantalones; y antes de siquiera procesarlo, corría sin rumbo salpicando su ropa a cada apresurado paso que daba.
Estaba solo, dolorosamente solo; y por más que trató de buscar a la Luna en la inmensidad del cielo, no logró encontrarla.
Estaba solo, pero a pesar de ello, podía sentir a alguien siguiéndole de cerca; casi al acecho.
Corrió.
Corrió tan rápido como sus piernas pudieron permitirle; y desgraciadamente, tras algunos minutos que parecieron eternos, mientras trataba de mirar a sus espaldas a la par que avanzaba, acabó tropezando, cayendo de bruces contra la arena y sintiendo una ola empapar su cuerpo segundos después.
Jimin tosió, sintiendo la amargura del agua teñir completamente su boca y descender por su garganta.
Hacía frío.
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roars and cracks ◇YM◇
Short StoryLas ventanas se agitaban y las paredes crujían, y en aquella habitación que amenazaba con venirse abajo, Jimin se sentía seguro entre los brazos de Yoongi. ◇colección "maneras de decir te quiero" ◇dedicado a @papitadoorada