𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗎𝗇𝗂𝖼𝗈

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Todavía recuerdo.

El frío se colaba por su cuerpo, entrando entre sus prendas sin ningún tipo de esfuerzo. Kageyama soltó un suspiro, pues la situación había sido bastante inesperada para el. Que una ventisca lo sorprendiera al salir del entrenamiento (Y del entrenamiento extra en el cual eran solo Hinata y el) en el día exacto en que en su chaqueta del equipo se había derramado su botella de agua. Tenía muy mala suerte, eso lo sabía, con los animales y ahora con el clima.

3 de diciembre.

— ¡Bakeyama! — la voz de aquel chico estremeció su piel (más de lo que esta ya estaba por el frío). Cuando se digno a darse vuelta, Hinata lo miró con una expresión entre curiosa y divertía. Llevaba en chaleco subido hasta las orejas y una bufanda en su cuello. — ¿Seguro que no tienes nada más para abrigarte?, hace bastante frío.

Soltando una risa, el más bajo dio una pequeña vuelta en si, jugueteando con la correa de su bolso. Kageyama, con el ceño fruncido, estaba a punto de golpearlo por su estúpido comentario, cuando Hinata sacó algo de su bolso. Lo desboblo y se lo tendió a Kageyama, una deslumbrante sonrisa en su cara.

—  Mi madre me pasó esto porque dijo que haría frío, pero es muy grande para mi, así que puedes usarlo tu, como no tienes nada —  Su tono fue tranquilo y amable, mientras le tendía la prenda a Kageyama. Sus ojos brillantes y grandes, su cabello revuelto ligeramente por el viento, labios resecos, piel pálida, baja estatura, manos frías y una cálida sonrisa.

El suéter era de color naranja, lleno de vida, con una pequeña mandarina bordeada en la parte de su pecho. Kageyama sintió un calorcito en su corazón, pero no dijo nada, solo asintió como si el tema no fuera de su interés para luego ponerse el suéter. Parecía tela hecha a mano, era bastante suave y cómodo, aunque efectivamente era demasiado grande para su compañero. A él apenas le quedaba bien.

Yo estaba usando tu suéter.

— Definitivamente el naranja es tu color — Hablo Hinata después de un rato de silencio. No mentía, el color le hacía juego lindo a su cabello, o por lo menos así lo veía el más bajo. — Además te calza como guante en mano. Se te ve mejor que a mi, ¿no lo crees?. Tal vez podrías quedartelo, no tengo a nadie a quien dárselo. Y tu cumpleaños esta cerca — Alargó la última "a" y sonrió, tan brillante y perfecto, un instante tan efímero, pero guardado de manera egoísta en la mente de Tobio. Solo él había visto a Hinata sonreír de esa manera, y esperaba ser el único que lo hiciera.

Que lástima que no fue así. Pero no puedes obligar a alguien a sentir lo mismo, ni odiarlo por aquello.

[...]

Habías dicho que se me veía mejor a mi que a ti.

— Oi, boke, ¿por qué aún no te vas a casa?. Es tarde. — Kageyama salió del gimnasio, precenciando la imaginen de un Shoyo tomando un bollo de carne de una bolsa, sentando en el cemento afuera del gimnasio.

Kageyama llevaba puesto el suéter anaranjado de Hinata. Aún no se lo daba oficialmente, pero se lo prestaba cada vez que "olvidaba" su chaleco. Era tan cómodo, y habían ocasiones en las que tenía el olor de Hinata, como si este lo usará en su casa. Se había dado cuenta ya hacía un tiempo de sus sentimientos por el sol de Karasuno, pero no haría nada al respecto por el momento. Sospechaba que Hinata se sentía igual, una parte de él lo esperaba, cualquier movimiento, cualquier comentario sobre alguien sobre el cual esté interesado. Esperaba un mínimo detalle para ir.

𝗔𝘁𝘀𝘂𝗺𝘂                                       [ᵏᵃᵍᵉʰⁱⁿᵃ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora