Paso En Falso

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Dado que la chica no reaccionaba, Kenma no dudo en llamar a su madre, quien bastante más calmada que él le tomó la temperatura y el pulso a la chica. Al parecer no tenía fiebre, pero su pulso estaba dudosamente bajo, por lo que el chico la cargo hasta el auto para dirigirse al hospital.
Luego de unos minutos la chica comenzó a despertar antes de llegar al recinto, se encontraba mareada y aturdida.

-¿Q-que está pasando?-. Se preguntó ella algo asustada al no entender que pasaba.

-Estamos yendo al hospital, te desmayaste y mamá creyó que sería bueno que te chequearan-. El chico la acarició para hacerla sentir más tranquila -¿como te sientes?-.

-No muy bien, me siento muy débil y extraña, ¿mi madre sabe que estoy yendo al hospital?-. La chica contestó como pudo.

-Así es, dijo que le avisaramos como iba todo y que si era necesario vendría-.

-Ya veo...-. La chica cerró los ojos y esperó a que llegasen.

En cuanto llegaron al destino pasaron inmediatamente a Rei por urgencias, no se demoraron en atenderla, la madre de Kenma pasó junto a ella para que le dieran las indicaciones necesarias acerca de los cuidados de la joven, Kenma mientras tanto esperaba nervioso en la sala de espera.

A la hora, ambas salieron, Rei podía caminar con normalidad aunque aún lucia débil. Kenma intentó preguntar acerca de que ocurría pero el rostro de la chica se notaba molesto o tal vez algo triste, por lo que decidió no decir nada.
Se subieron al auto para dirigirse a casa, fue un viaje silencioso e incómodo hasta que la madre del chico decidió romper el silencio.

-Ken-chan en cuanto lleguemos Rei debe tomar reposo, tendrá que faltar a clases por unos días, por lo que deberás explicarle a los maestros lo que ocurre ¿si?-.

-S-si, ¿que ocurre exactamente?-. Preguntó él.

-Tengo problemas de resistencia cardíaca por el embarazo, no podré esforzarme al menos durante los primeros tres meses...-. Contestó la chica con un tono evidentemente molesto. -No es peligroso si me cuido, pero debo caminar y esforzarme lo menos posible-.

-¿eh? ...¿No irás a clases en tres meses?-.

-Depende de como vaya mejorando, al menos esta semana debo estar en cama-. La chica no dejaba de mirar por la ventana.

Luego de llegar ella hizo exactamente lo que él doctor le dijo, así que se recostó, la madre del chico salió a comprar algunos medicamentos y alimentos.
Rei se encontraba acostada y deprimida, la verdad era una chica muy activa, así que esto era tortuoso para ella.
Kenma se sentía mal por ella, sabía que era muy enérgica. El chico se puso ropa de casa y se recostó al lado de la chica, la miró de frente.
-¿Quieres que mañana me quede en casa? Así te podré cuidar-.

El rostro enojado de la chica desapareció un momento, la idea la tomó por sorpresa -No deberías faltar a clases por mi, la gente comenzará a dudar sobre nosotros, las chicas del club y algunos chicos ya rumorean que algo ocurre, pero... Me gusta la idea, no me gusta estar sola...-.

El chico sonrió leve -entonces me quedo-.

La chica se sonrojó -¿N-no te molesta que... Pronto se enteren todos de lo de nosotros?-.

-Mm~ la verdad si, pero ocurrirá de todas formas cuando tengas panza, así que si es ahora o después me dará igual-.
El chico se acomodó boca arriba, puso los brazos tras su nuca y suspiró algo reflexivo. -¿le has contado a tus amigas? Yo aún no le cuento a los chicos, se que exageraran-.

-No, en cuanto sepan toda la escuela sabrá... Aun ni siquiera saben que vivo aquí contigo-.

-Y... ¿No te da vergüenza que sepan que estas conmigo?-. El chico sonaba indiferente.

Me enamoré de una chica extrovertida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora