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Maldita sea.

Si, esa es la primera palabra que necesito soltar, porque ahora que estoy en el suelo, totalmente destrozada veo por fin con claridad. La frustración, el sentimiento de culpa y el remordimiento hacen que este a punto de enloquecer. Todas las mañanas me veo al espejo y me digo: ¡Hey! ¿Esa tipa de aspecto desagradable soy yo? ¿Qué mierda me ha pasado? Mi reflejo parece ser de alguien mas.

Yo era una niña feliz, mis ojos grandes miraban todo con asombro, veía lo que otros niños no veían. Veía magia en el aire, en las acciones, en una simple sonrisa como la de un indigente en la parada de un bus. Y ahora, con el tiempo observo ante mi en lo que me he convertido. El cambio es notorio, principalmente porque mi sonrisa que antes deslumbraba el mundo ya no estaba allí. 

Todo es su culpa, es su maldita culpa.

Se supone que el amor construye...¿Pero porque ahora no para de torturarnos y destruirnos sin pudor, sin piedad? Aun en la oscuridad de la noche sigo preguntándome ¿Vale la pena amar?¿Vale la pena tener esperanza en que un día el amor llegara?

Mi historia es como la de cualquier otra persona. Te enamoras, sientes que estas en el cielo, luego tropiezas, te decepcionas, te culpas por algo que no hiciste, sufres hasta que llega otra persona y se te pasa, aunque en mi ocasión, nadie llego a salvarme. 

Fue entonces cuando descubrí el verdadero significado de la soledad. Me preguntaba: ¿Si hay tantas personas a mi alrededor, porque es que me siento tan sola?

Nunca pensé que tendría noches sin dormir, tan solo pensando que hubiera sido de mi si hubiera tomado otro camino, si pudiera decidir mi destino, lo que siento. ¿Tal vez seria un poco mas feliz?

Cada día siento más nostalgia en recordar. Incluso me siento tonta por pensar en algo que siempre me atormenta, pero no puedo evitarlo. Sin darme cuenta busco su calor en otras personas, comparó su voz con todo el que me habla, veo su rostro en otros rostros. Tal vez esa es una forma inconsciente de decirme a mi misma cuando me hace falta. Pero no puedo acercarme, porque no quiero decepcionar aquellos que una vez me dijeron fuerte y valiente por tomar esa cruda decisión para mi. Tal vez era lo mejor, pero eso no quita que me duela como si lo hubiera perdido todo sin estar preparada.

Esos recuerdos tristes que me toman y  atormentan...¿No planean irse? Ni siquiera puedo borrarlos con todas las lágrimas que he derramado.

Lo peor de todo esto, es esa sensación de desasosiego, de dolor emocional, porque estoy esperando algo que tal vez nunca suceda.

Un mensaje, una señal.

El me sonrió, me abrazo cuando tenía frío, me endulzo los oídos. Pensé que me amaba, lo veía en sus ojos, ¿O acaso mi mente recreaba aquello que tanto ansiaba ver?

Los días pasan volando, sin pedir perdón.

Las noches ya no tienen estrellas para mi, ya no veo dibujos en las nubes, la magia que una vez estuvo allí, desapareció con su partida. Y aunque el me hacía tanto daño, me traía color a la vida.

¿Qué más puedo decir? Incluso en este frío invierno, sigo esperándolo una vez mas...

Tengo miedo, porque siento que estoy perdiéndome tanto en los recuerdos que no estoy creando nuevos. Estoy dejando de ser yo,  ahora mis sonrisas son como una lata vacía, ahora mis ojos no ven magia en el aire, ahora mis días se han vuelto grises. Todo está desmoronándose, prefiero estar en cama que salir a ver el cielo, incluso prefiero recordar y llorar que estar tranquila, porque necesito verle de nuevo, a si sea en mi memoria.

Y eso es lo peor, porque sientes que nunca se termina.

DesahogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora