Capítulo 2: Las 3 personas que mandan Inglaterra.

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Quedándole apenas seis meses de vida por una grave enfermedad, el rey de Inglaterra, dio la orden de que sus dos hijos restantes debían contraer matrimonio con una princesa lo antes posible.

Con sus tres hijos, no llevaba ningún enlace sanguíneo. Los adoptó décadas antes a la revolución de Estados Unidos, en dicho país, dejó a tres chicos como sus herederos para lograr una unificación de ambos países.

Sin embargo, hace unas semanas atrás falleció uno de los herederos: Cliff. Dejando solamente a Dave y a James... contradiciendo ésto, existía el rumor de que el Rey había adoptado a un cuarto niño trás el fallecimiento de Cliff.

Cosa que era cierta.

Éstos dos no aceptaban para nada la idea de tener a un nuevo hermano que reemplazara a Cliff, de hecho, aún ni conocían al nuevo miembro de la familia y lo rechazaban de inmediato. Sobretodo en el caso de James.

- Hoy lo conoceremos -murmuró Dave, sentado sobre el marco de la ventana de su habitación, observando la vista panorámica del pueblo-... ¿crees que sea una persona agradable, eh, James? -alzó la vista hacia su hermano menor, quién no le prestaba el mínimo de atención.

- No es Cliff -contestó con voz seca-, no me interesa si sea agradable o no. No es Cliff -repitió, a su vez que observaba con mucho dolor un cuadro familiar que estaba colgado en la pared.

- Joder, James, si andas con esa actitud de mierda por siempre, nunca vas a poder gobernar como una persona civilizada.

- ¿Gobernar? -lo miró frunciendo el ceño-, la norma decreta que el primero en casarse será el que gobernará Inglaterra, y si ninguno de nosotros logra hacerlo antes de que nuestro padre muera. De inmediato tú serás quién tome el mando. No me metas a mi, no tengo intenciones de ser Rey.

- ¿En serio? -alzó una ceja- No te creo nada.

- Bueno, sería genial mandar a matar a cualquier hijo de puta que se te acerque pero... ¿con quién mierdas me caso?

- Espera, hombre, que yo ya lo tengo todo planeado.

- ¿Ah? ¿Dices que ya tienes planificadas nuestras vidas o qué?

- No, idiota. Cuando conozcamos a nuestro nuevo hermano, lo cuento. Por ahora, secreto solamente.

El rubio rodó los ojos, le desagradaba cuando su hermano mayor le ocultaba cosas. Aunque ambos en el fondo eran como mejores amigos, se conocían desde que eran apenas unos niños, lo mismo pasaba con Cliff, dejarlo ir y tener que reemplazarlo con otra persona le parecía de lo más desagradable.

Las horas pasaron y la opinión del rubio no cambió cuando conoció a su nuevo familiar; por más gentil, amable que fuera, no era Cliff y se negaba a darle un mínimo de respeto.

El nuevo heredero a la corona inglesa, que llevaba por nombre Jason, se presentó con mucha timidez. Al inicio, Dave alzó una ceja en desconfianza, finalmente, esbozó una leve sonrisa para recibirlo con calidez a la familia. Ambos se abrazaron.

Por otra parte, James lo miró de pies a cabeza, inspeccionándolo. Rechazo instantáneo de cualquier tipo.

Jason con mucho nerviosismo, extendió sus brazos a los lados para recibir un abrazo de James... al no recibirlo, se sintió muy apenado y sólo ofreció su mano, para que la estrecharan. El otro negó con la cabeza.

- Mientra menos contacto tengamos, mejor me vas a caer -palabras que hirieron al nuevo chico, quién, cabizbaja, asintió y retrocedió un par de pasos con mucha vergüenza.

El pelirrojo rodó los ojos, y se dirigió al morocho.

- Bienvenido, Jason, a nuestra familia, supongo que nuestro padre te ha contado las últimas órdenes de la corte -asintió, con su cuerpo temblando al sentir la intimidante mirada de James sobre él-. Bueno, ahora, yo, como hermano mayor, tengo la obligación de dar el plan que he diseñado sobre nuestro futuro.

Los dos observaron al hermano mayor con mucha curiosidad.

- Puede que les guste o no, pero ustedes tanto como yo estamos obligados a casarnos con alguna princesa, lo ideal, es que nos casemos con alguna que posea una Reino con grandes riquezas y así beneficiar a Inglaterra, y yo he tenido la buena suerte de enamorarme de una princesa muy bella que además, sé que posee grandes riquezas.

- ¿Quién? -consultó Jason, todavía tímido.

- La princesa Doro de Alemania.

- Alemania es una mierda -opinó James-, puede que estés enamorado, pero de riquezas no sacarías nada si te casas con ella.

- Se rumorea que ella planea conquistar toda Europa con su gran ejército... nada más que decir, si me caso con ella, tendríamos un continente entero. ¿No creen? Bueno, no es sobre ella que quiero hablar, me gustaría que ustedes decidan YA quién será su "blanco" por así decirlo, recuerden que deben elegir con sabiduría para poder ayudarnos, sobretodo, en lo económico y en la sobreexplotación de materias primas.

Hubo un gran silencio que se prolongó por varios minutos en la sala.

- Bueno, no tengo todo el puto día, aparte de que me voy de este Reino para ir a conquistar a Doro, y ni modo, ustedes respóndanme rápido que quiero irme con la esperanza de que usan el cerebro para intentar ayudar a nuestro pueblo si quiera.

- La única princesa que se me ocurre es esa la de Noruega -el rubio contestó de mala gana-, ni idea cómo se llama.

-¿Sunniva? -sugirió el morocho.

- Shh, calla, que hablo yo... creo que ella estaría bien para mi, nunca la he visto, pero si tanto insisten con la cosa de que hay que beneficiarnos, Noruega se va a unificar con el Reino Danés, que incluye a tres países diferentes: Dinamarca, Groenlandia y las Islas Feroe, ¿no sería una buena opción para mi? No sé, ¿qué crees, Dave?

- Wow, me sorprende que con tu mal ánimo, hayas elegido de manera tan sabia. Si, es una opción perfecta... -sonrió con satisfacción, dirigió su mirada al nuevo integrante de la familia- Jason, ¿ya haz decidido?

- Ehh... -balbuceó, inseguro- no lo sé... yo no soy alguien tan... "aprovechador", prefiero... el amor. Ya saben, si llego a casarme, que sea por amor verdadero.

- Ah... -Dave se sorprendió por aquella respuesta-, bueno, eso ya es cosa tuya... al menos James y yo estamos bien decididos por nuestro futuro a partir de ahora, ¿no es así? -asintieron- Vale, en un par de horas más tendré que irme, por tanto, fue un gran placer conocerte, Jason.

El día transcursó y el pueblo despidió al heredero mayor que salía del país para cumplir su promesa.

James se quedó con su nuevo hermano, cosa que no le agradaba en lo absoluto.

Se cuestionó si serviría irse también del Reino para pedir la mano de la princesa noruega. A diferencia de Dave, sabía que no tendría los recursos suficientes para llegar e irse allí. 

Examinó de pies a cabeza a Jason.

- Tú -le llamó-, nos iremos mañana de viaje, quieras o no, me vas a acompañar.

- ¿A dónde?

- Diría que a Noruega pero algo me dice que la princesa no está ahí. Debe encontrarse en algún territorio danés. Hmm... Ya sé, Dinamarca, sí, mañana, nos vamos a Dinamarca.

- ¿Para?

- No preguntes, Newkid... hey, eso suena genial, desde ahora te llamaré Newkid.

- Como quieras...

- Nos iremos de viaje, ¿sí? A ver si en el camino te da por enamorarte o algo parecido.

- Uhh... bueno.

La aventura para ellos apenas empezaba, no más, el impacto que se llevará cuando éstos Reinos (el inglés y la unión danesa con la noruega) más el próximo Reino involucrado, causará diferentes destrozos en contra las leyes de la monarquía.

Todo irá contra lo que se dicta moralmente.

Imperio Metal (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora