¿Afecto Paternal?-Tokyo Ghoul

•1•

—T o n t a s  E x c u s a s—

Normal POV

Kishou Arima es la persona mas seria y fría dentro del CCG, un hombre inexpresivo sin la capacidad de mostrar emociones. Su prescencia hace que mas de un investigador se paralice, para todo seria un milagro que el segador llegara a sonreír o halagar a alguien.

El peli-blanco se encontraba en su escritorio, mientras permanecía con la mirada puesta en la puerta esperando con impacuencia a alguien.

"Toc Toc"

—Adelante.— Mencionó en voz alta al instante después de haber escuchado el llamado hacia la pueta.

Esta se abrio lentamente y un joven peli-blanco y negro asomo su rostro por la misma.

—¿Puedo entrar?— Resonó aquella dulce voz proviniente del joven Haise Sasaki.

—Por supuesto.— Respondió fríamente el adulto.

—Compermiso.— Haise entro mientras delicadamente cerraba la puerta.—¿Quería verme Sr.Arima?

—Exactamente.— Levantó su vista dejando ver al joven que se encontraba parado enfrente de su puerta.—Siéntate Haise.

El muchacho obedeció. Arima lo miró con una mirada seria causando que el joven empezara a sudar por esa frialdad que el adulto poseía en sus ojos.

—¿Estas bien? Te noto nervioso.

—¡Oh! Lo siento, es que me sigo preguntando que hago Aquí, jejej...— Haise se rasco detrás de su nuca.—Emmmm...

Al parecer, el chico había notado que su superior estaba alabandolo a él con esa mirada que cualquier investigador consideraría perturbadora.

—¿Hice algo mal, clase especial Arima?— Preguntó con inocencia Sasaki.

—¿Qué? No, no te preocupes por eso Haise.— Acomodó sus gafas.—Te he llamado para devolverte los 2 libros que me habías prestado.— Dijo mientras sacaba 2 libros de su cajón.— Realmente son muy buenos.

—¡Ah! Que bueno que los haya disfrutado.— El oji-gris dibujo una sonrisa en su rostro.—No pensé que le agradarian.

—¿Por qué? La redacción es buena, el sentimiento que trasmite es claro y adecuado, tienes muy buen gusto para la lectura Sasaki.— Comentó el mayor en tono serio.

—Jejeje...gracias, supongo. Y...¿por qué estoy aquí?— Volvió a preguntar el joven.

—Ya te lo he dicho.— Respondió el adulto.

—Ah...bueno.— Haise se paró rápidamente de la silla.

—¿Por qué? ¿Te he molestado?

—¡Ah no! Es solo que pensé que era por algo serio.

—Entiendo. Puedes irte.— Habló el mayor. Haise sonrió y salio de la oficina.

—Uff...— Suspiró el hombre de gafas.

No podía seguir de ese modo, no estar llamando a su subordinado hacia su oficina 3 veces a la semana con una tonta excusa para poder verlo, Arima jamás fue bueno para decir las cosas directamente, y menos si se trataba de relacionarse con otras personas.

Con los Quinx...

—¿Dónde estabas? Debimos irnos hace 10 minutos.— Agregó Shirazu al ver a su mentor acercarseles.

—Lo siento, Arima me llamó.— Se disculpo.

—¿Otra vez? ¿Para qué? ¿Para que le entregaras otro maldito reporte de nuestra rutina de toda la semana? Y aun sigo sin entender por que nos pide esas cosas...—Hablo un chico peli-morado.