Corazón Valiente (Novela De Michael y tú)

Capítulo 12: "Debbie Rowe"

Narras tú:

¡EXPLOTÉ! Él nunca hace caso, parece un niño. Tomé una decisión con el hígado, más no con el cerebro. Hoy tendré que conversar con Michael, Frank, Will; decideremos como serán las cosas de hoy en adelante. El beso que me dio con Michael, me hizo dudar, por aquel beso no pude pegar el ojo toda la noche. Me puse mi típica ropa de guardaespaldas y bajé a desayunar. Martha como siempre estaba poniendo la mesa; Will, en la caseta de seguridad; Michael, en su habitación y Frank en el despacho.

- Hola, mi niña - dijo Matha al verme.

- Hola - sonreí.

- ¿Cómo sigues? - me miró.

- Estoy tranquila - la puerta del despacho se abrió.

- Hola, (Tn) - dijo Frank caminando hacia nosotras.

- Hola, Frank - dije seria - ¿Conversamos ahora?

- Aún no porque Michael no ba... - me interrumpieron.

- Acá estoy, Frank - se acercó a nosotros.

- Perfecto - sonreí - Martha, si ves a Will le dices que vaya al despacho.

- Lo haré - dijo.

Los 3 nos dirigimos al despacho, Michael y yo nos sentamos en el mismo sofá y Frank en el sillón de al frente.

- ¿Porqué quieres renunciar? - preguntó Frank.

- Por que ya no puedo más - dije - mi trabajo es velar por su seguridad y creo yo que lo hago muy bien. Ayer salió como si nada de la casa, sin decir nada a nadie; yo sé que esta no es la primera vez que lo hace, y tú - lo señalé - lo sabes.

- Perdón, ¿Puedo pasar? - dijo Will asomándose.

- Claro, hijo - dijo.

Will entró y se sentó a mi lado, entraba entre Michael y Will.

- ¿Algo que decir, Michael? - preguntó.

- No - respondió - si ella quiere renunciar, que lo haga - me miró - como dijiste, no todo se trata de mi. Si renunciar te dará la libertad que deseas, hazlo.

Cuando dijo eso me sentí peor, no sabía que decir. Bajé la cabeza y no dije ni una sola palabra, se escuchaba la respiración de cada uno, hasta que Will propuso algo.

- Hagamos esto - dijo Will.

- ¿Qué cosa? - dijo Frank.

- Qué ella sea la encargada de la seguridad de la casa y yo soy guardaespaldas de Michael, y así nadie renuncia - sonrió.

- Claro, suena genial - sonrió Frank.

- No será algo definitivo, veremos como van las cosas, y si mejoran para bien; cada uno vuelve a lo suyo.

- Perfecto - dijo Frank - ¿Qué opinan? - nos miró.

- Por mi está bien - dijo Michael.

- ¿(Tn)? - tenía la mirada de todos.

- Si - fue lo único que pude decir.

- Perfecto - Frank se puso de pie - ahora si a desayunar.

Will y yo salimos del despacho y nos fuimos a la caseta de seguridad.

- ¿(Tn), todo bien? - cogió mi brazo.

- Si - respondí.

- Te conozco y sé que no estás bien - cogió mi mejilla.

- Michael me besó ayer y con ese beso me di cuenta que estoy enamorada hasta los huesos de ese hombre - unas cuántas lágrimas cayeron.

- Hasta el corazón más duro se puede ablandar si se trata de amor - me abrazó.