Un Chico Especial

03

POV Edward

Acababa de llegar y ellos ya estaban en la puerta esperándome, por lo que ví en la mente de Caius, Luka acababa de llegar también.

— Hola –salude a los dos.

— Hola –dijo Caius con una pequeña sonrisa de lado, en esta semana hemos aprendido a llevarnos bien, aunque en su mayoría discutían por el piano.

— Cullen –saludo Luka, entramos y nos dirigimos a la habitación de Caius que a mi parecer era muy hermoso, tenía algunas cosas antiguas y otras modernas.

— Sientensen, ya vuelvo –dijo antes de salir y cerrar la puerta tras de él.

— Caius es lindo ¿he? –me dijo Luka moviendo sus cejas de una forma divertida.

— ¿Acaso estas intentando conseguirle pareja a Caius o lo dices para que me quede claro que a ti te gusta?

El asintió y negó para luego dejase deslizar hacia la esquina contraerá del sillón.

— Bueno desde que lo conozco nunca le he conocido una novia o novio y seria lindo que se enamorara –me dijo y negué con la cabeza ya que aunque su mente estuviera ajena a mi, podía jurar que él quería que yo fuese el novio de Caius.

— Bueno, ¿entonces te gustan las chicas o los hombres? –me pregunto y de inmediato negué a lo último, algo dentro de mi se movió y me sentí nervioso.

— Solo chicas –dije por fin.

— Ya veo, ¿entonces mis teorías acerca de ti son erróneas? –dijo mientras se levantaba y no pude evitar acariciar su mejilla, ni siquiera tenía control de mis actos, él por alguna razón evitaba mirarme a los ojos y no era para mas, ni yo quería verme a mi mismo en estos momentos, ni pensar que después de pensar que sería asqueroso acercarme a él de esta forma, sería algo muy agradable, pero quizás yo estaba tan confundido y solo quería olvidar a Bella de cualquier forma.

— Si, no me gustan los hombres, no me gusta Caius, es lindo pe...

— ¿Pero no es Bella? –me interrumpió sorprendiendome.

Lo mire mientras él miraba sus manos, por alguna razón él sabía que tenía razón pero no quería dársela y no sabía el motivo.

— No, no eres tú –le dije en automático y él sin mirarme a los ojos y sin que lo esperara pego sus labios con los míos, tarde en reaccionar pero le correspondí, ni siquiera creía que esto estuviera bien, esto era enfermo, en mi época sería todo un crimen, cosa del diablo.

— En mi habitación no eh, vayan a un hotel –dijo Caius al tiempo que entró y nos vio.

Eso causo que él se separara y un sonrojó no paso desapercibido para mi.

— Lo siento, no debí –dijo y se volvió a recostar.