Pocos días habian pasado desde aquella discusión; y el omega rubio se encontraba ya listo, su vestimenta era bastante sencilla, para no llamar la atención. Lo único que lo torturaba era dejar a sus pequeños en aquel lugar
-Lo importante es que ahora estarás bien -consolo el peliazul -SeokJin y Yo cuidaremos de tus pequeños -sonrío
-Pero.. Jungkook y NamJoon..
-Jungkook no regresará al sur por el momento, pero le pedi a alguien que te cuide en tu estancia allá afuera -el omega de cabello azul sentía sus ojos llenarse de lágrimas -No soportaría que algo malo te pasará -sin más lo abrazó
-TaeHyung, estaré bien -sonrió el mayor, correspondiendo al abrazo
-Me encantaría acompañarte, pero no puedo -susurró con tristeza
-Mejor vamos, tengo que despedirme -habló separándose y caminando para salir de la que dejaria de ser su habitación
Apenas llegaron a la puerta principal, el rubio contempló como todos sus cachorros, Rose y muchas personas se encontraban esperándolo para poderse despedirse de él. El primero en abrazarlo, fue Jungkook
-No sabes cuanto te extrañaré Jimin -susurró el castaño -Y no te preocupes, cuidaré a tus pequeños -sonrío con sinceridad
Después NamJoon se acercó al omega y tambien lo abrazó, intentando recomfortarlo. Y sin más ambos se alejaron del lugar, dando paso a que los cachorros pudieran despedirse de su padre
Los más pequeños comenzaron a llorar Soobin y Kwan no querían separarse de su padre, tampoco podían parar de llorar. ¿Quién podía culparlos? eran Sólo nos pequeños de ocho y nueve años correspondientemente
Las lágrimas comenzaron a resbalar por las mejillas del rubio, pues no era fácil ver a sus pequeños llorando a causa de su partida. A pesar de que lo único que quería era cuidarlos y tenerlos bien
Pero ¿cómo podía hacerlo si él no estaba bien? y eso es lo que ahora él intentaría mejorar. Su objetivo era mejorar y sanar para luego poder brindar todos los cuidados correspondientes a sus pequeños y estaba seguro de que con el tiempo lo lograría y también sacaría sus pequeños de aquél lugar sin importar lo que cueste
Los minutos pasaban, y varias personas se fueron retirando después de despedirse del omega; pero sus pequeños no quería soltarlo, tenían miedo, pues pensaban que si lo hacían no lo iban a volver a ver. De cierta forma aquello podría ser verdad, pues ¿quién aseguraba que pudiese volver a entrar a palacio?
Sin embargo, muy dentro de si, él sabía que contra viento y marea, como siempre; regresaría por sus cachorros. Ya que no los dejaría solos y menos sabiendo que en aquel lugar había que quería hacerles daño
-Papá ¿Por qué te vas? -preguntó el pequeño, mientras se aferraba al omega ¿Ya no nos quieres? -dijo con tristeza. Aquellas palabras no hacían más que lastimar al rubio, pero sabía que sus pequeños entenderían después de algún tiempo
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DEL OTRO LADO DEL PALACIO
Hayran KurguHan pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto. Sin embargo...