Capítulo 23: Seguro

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Iwaizumi solo había ido a buscar el celular que Oikawa había dejado botado en el cambiador. Lo encontró enseguida, y estaba volviendo, cuando se topo con Ushijima. El alfa líder de Shiratorizawa dijo lo mismo que siempre decía.

-Oikawa debió venir a Shiratorizawa. -Con una cara seria.

-Oikawa pertenece a Aoba Johsai. -Es la respuesta automática de Iwaizumi, cada vez que lo ve.

Ambos se quedaron mirándose el uno al otro por unos minutos.

-Esto es absurdo, nos vemos, Ushiwaka. -Iwaizumi suspiro, pero al darse la vuelta para irse, se detuvo en seco.

Un aroma muy conocido a jazmines llegó hasta él, y al percibir que el olor indicaba miedo, salió corriendo, con Ushijima por detrás. El alfa de Shiratorizawa también había sentido el aroma, y lo habían educado para que, en situaciones como esa, fuera a ayudar al omega en peligro.

Así, es como ambos alfas llegaron al baño, y se metieron entre los otros chicos de otra escuela, y el omega asustado de Karasuno.

Por otra parte, Karasuno había comenzado a preguntarse porque su omega no regresaba, sin embargo, no quisieron levantarse eh ir a buscarlo, pensando que los regañaría. En el momento, en que una ola de miedo les llegó por el vínculo, entraron en alerta.

Daichi, Enoshita y Nishinoya salieron corriendo, diciendo a los demás que se quedaran en su lugar, pero considerando que quizás, ellos esperaban que no, su omega pudiera estar herido, les convenía esperar con el autobús afuera, y se dirigieron hacia allá.

Los tres alfas de Karasuno, corrían por los pasillos del estadio, más por instinto, que por saber hacia donde iban. Sin embargo, pronto el aroma de su omega llegó hasta ellos, y lo siguieron.

Daichi, hubiera estado muy feliz de que su omega lo viera como un salvavidas, sino fuera porque estaba furioso de que hubieran intentado hacerle daño.

-Ya casi llegamos, Tobi. -Nishinoya hablo a Kageyama, preocupado.

El omega estaba prendido como una garrapata a Daichi, con su cara contra su cuello. Entre los pasillos, había dejado de llorar, y ahora solo sollozaba un poco. Los temblores de su cuerpo también habían cesado casi del todo, lo que aliviaba a los mayores.

Pronto, los dos alfas llegaron a la salida del estadio. Nishinoya abrió la puerta, y dejo pasar a su líder. Dos minutos después, ambos chicos estaban rodeados de sus compañeros de manada, que los miraban con preocupación.

-Muy bien, ángel. Suga te va a llevar con él en el autobús. -Daichi proclamo, eh intento desprender a su omega de él.

Falló completamente cuando, Kageyama al escuchar que querían moverlo de su "lugar seguro", se aferró con más fuerza al alfa.

-Está bien, cielo. Suga no te hará daño, es parte de nuestra manada. -Daichi intento, y volvió a tirar de su omega para alejarlo.

- ¡NO! -Kageyama casi grito, y negó con la cabeza contra el cuello de su líder, aferrándose a él.

Suga miro a Daichi encogiéndose de hombros. Si su omega no quería ir con él, porque seguía aterrado, no iba a discutir, no era una buena idea.

- ¿Y si vienes conmigo, encanto? -Enoshita sugirió, pero Kageyama volvió a negar.

-Tobi, ¿con quieres ir? -Cuestiono Nishinoya.

-Ninguno... aquí... seguro... -Kageyama murmuro, con su voz siendo amortiguada en el cuello de su líder.

Daichi había planeado dejar a su omega en el autobús con sus amigos de tercer año, eh ir a denunciar a los estúpidos alfas del otro equipo que le habían hecho daño. Sin embargo, ante la negativa de su cachorro, de soltarlo, no le quedo de otra que subir al autobús con los demás, eh ir a casa.

En el camino, Kageyama comenzó a quedarse dormido, y para cuando llegaron, estaba hasta emitiendo pequeños ronquidos.

Como, una de las manos de su omega aún estaba aferrada firmemente a la campera de Daichi, este tuvo que llevarlo adentro, y termino acostado a su lado.

"Hasta dormido no me deja ir... ¿es que cree que lo voy a abandonar? No pude ir a denunciar a esos bastardos que lo lastimaron..." Daichi pensó, acariciando el cabello de su omega. "Y mañana nos tenemos que enfrentar a Aoba Johsai... las cosas no pueden estar peor."

Kageyama se despertó horas después, acostado boca abajo, sobre su alfa líder, quien también dormía.

"¿En qué momento llegamos?" Kageyama se preguntó, antes de moverse.

Salió del a habitación, y se encontró con Enoshita, Narita y Kinoshita en la sala.

- ¡Encanto! -Enoshita exclamo al verlo. - ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien? –

-Estoy bien, Enoshita-san. -Kageyama respondió, acercándose a ellos.

Se subió al regazó de Kinoshita, y puso su cara contra su cuello. El alfa y el otro beta, sonrieron un poco, los ojos de su omega estaban rojos e hinchados por llorar, y se veía que aún parecía tener miedo.

Kinoshita rodeo la cintura de Kageyama con sus brazos, y le pregunto si quería ver una película con ellos. El chico asintió, y los tres miraron: Viaje al centro de la Tierra, juntos.

Daichi, al despertarse en una habitación vacía, salió un poco alarmado. Ver a tres de sus cachorros de segundo año, con su omega acurrucado en el regazo de uno, comiendo palomitas de maíz, lo alivio, y no pudo evitar sonreír.

La cena esa noche, la prepararon Asahi y Suga, y Kageyama se disculpo con toda la manada por lo que había pasado. Ellos le contestaron que no tenia nada porque pedir perdón, lo que había pasado no había sido su culpa, y que estaban aliviados de verlo bien.

Esa noche, Kageyama durmió con los betas de segundo año y Enoshita en su cuarto, todos abrazados. 

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