C:3 Te extrañe

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Liam

Unos fuertes gritos interrumpen mis dulces sueños, al abrir los ojos me encuentro con una cabellera rubia.

—Niall, cierra la boca  —lo empujo lejos de mí y cubro mi rostro con la almohada.

—Levanta tu maldito trasero. Tenemos que ir a la escuela —toma mi brazo y comienza a arrastrarme hacia el baño. Me dejo guiar mientras mantengo mis ojos cerrados—. Despierta feo durmiente —Doy un salto al sentir el agua fría chocar con mi rostro.

—¡Niall! —tomo una toalla y seco mi rostro—. Eres un tonto.

—Soy el mejor amigo de todos —sonríe mientras se ve al espejo. Maldito rubio narcisista—. Deberías ducharte, hueles mal —es lo último que dice antes de dejarme solo en el baño.

Me observó en el espejo y realmente me veo desastroso. Tengo unas grandes ojeras bajo los ojos y me veo más pálido de lo normal.

Sin mencionar como me siento, tengo miles de pensamientos corriendo por mi mente sin descanso. ¿Cómo es que una sola persona puede causarte tantas cosas a la vez? Mi vida estaba razonablemente bien, hasta que volví a ver a Zayn. Solo basto ese instante para que todo mi mundo se pusiera de cabeza, y lo peor es que ni siquiera sé si volveré a verlo.

Todavía recuerdo la última vez que nos vimos...

Recuerdo

Camino a paso apresurado a la casa de mi mejor amigo, Zayn. Debo confesarle algo muy importante y no puedo esperar a verlo, aunque a veces él me hace sentir raro, como si tuviera hormiguitas en el estómago. Por esa misma razón, no puedo mirarlo fijamente a los ojos.

Cuando por fin tengo frente a mí a la casa de los Malik, puedo respirar en paz. Doy unos pequeños golpes a la puerta y en cuestión de segundos esta se abre dejándome ver a la madre de Zayn.

—Hola, cariño —ella me da uno de sus cálidos abrazos y le correspondo felizmente.

—Hola, señora Malik.

—Zaynie te está esperando en su habitación —le agradezco y comienzo a subir las escaleras. Tomo una gran bocanada de aire en cuanto llego a la habitación de Zayn.

—Hola, Z... —antes de siquiera poder saludarlo, Zayn corre a abrazarme. Le devuelvo el abrazo y gracias a su baja estatura puedo oler su cabello, el siempre huele a chocolate—. Te extrañe mucho Zaynie.

—Nos vimos ayer —sonríe mientras me suelta y se sienta sobre su cama. Imito su acción y me siento a su lado.

—Lo sé, pero me es difícil estar lejos de ti —confieso algo sonrojado.

—Eres muy adorable, Liam —acaricia una de mis mejillas y entonces nuevamente aparecen las hormiguitas en mi estómago. Cierro los ojos y tomo una de sus manos.

¿Adorable? ¿Yo? Sin duda no se ha visto al espejo. 

—Tengo algo que decirte.

—¿Qué?

—Yo, bueno, más bien tú... —mantengo mis ojos cerrados—. Tú me gustas, Zayn —abro los ojos y veo una expresión de confusión en su lindo rostro—. Te quiero como algo más que un amigo —su rostro deja de mostrar confusión y él comienza a reír.

—¿Bromeas, Li? —suelto su mano y me pongo de pie.

¿Cómo puede creer que bromeo? Jamás digo mentiras, eso es malo. 

—No es una broma —siento una gran tristeza apoderarse de mí. Yo junte todo mi valor para decirle lo que siento y él solo se ríe.

—Li, no te enfades —se para quedando enfrente de mi—. Es solo que apenas tenemos once años. ¿Cómo puedes sentir algo así?

Amarte A Mi Manera |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora