Capítulo 23: lealtad.

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El primer mes con sus padres fue casi como un sueño

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El primer mes con sus padres fue casi como un sueño. Fueron días buenos en los que compartieron tiempo de calidad.

A regañadientes, su padre, finalmente aceptó tratar su alcoholismo y, su hermano Ned, ayudó con los costos para el tratamiento. Por su parte, Duncan estuvo decidido a conseguir un trabajo; que su hermano mayor hiciese todo, hería su orgullo. La mayoría de lugares para tratar el alcoholismo, eran para gente de escasos recursos y no eran lo indicado.

Su madre aun trabajaba y se ubicaban en una buena zona residencial, razones suficientes para determinar que no eran una familia pobre. De hecho, eran una familia promedio, por lo que la solución la encontraron en una clínica en donde debían pagar una suma de dinero para tratar la adicción del señor Foster.

Sus deseos de estudiar se borraron del mapa.

Estaba a mediados de octubre, lo que significaba que en dos meses se acabaría el año y en ese tiempo no es que fuera a hacer mucho. Si bien estudió por su cuenta, no se igualaba a estudiar desde una universidad. Sus padres estaban de acuerdo en la idea de que retomara sus estudios hasta el próximo año.

Con todo ello, la opción que tenía a su mano era la de trabajar. No aspiraba a un alto cargo, tampoco pensaba en trabajar en un taller... no como aquel taller que su tío vendió y con el que, pudo retomar su vida. Buscó algo sencillo, como en un supermercado como cajero, o como repartidor en algún local comercial cercano a casa, pero sus opciones eran limitadas.

No empleaban para esas fechas.

Mas no se detuvo ahí, siguió buscando incesantemente y al final consiguió trabajo como mesero en un local de comida rápida a unas cuadras de su casa. Le pagaban cuarenta dólares diarios, más lo que ganara de propinas y debía acudir tres veces a la semana. Tenía tiempo suficiente para estudiar en casa, ver películas, salir a hacer deporte y buscar la forma de no aburrirse. A fin de mes, juntó casi quinientos dólares, dinero incluido de las propinas. El suficiente dinero para darle cien dólares a cada uno de sus amigos: Miguel, Terry y Mac; con el restante, para ayudar a su padre con los gastos de rehabilitación.

La vida era sencilla y tranquila, con el dinero recibido se motivó para continuar trabajando y conseguir un mejor teléfono celular, pues había recibido un teléfono que Ned había dejado de usar desde hace un par de meses. Con ello se conformó, con ese número se comunicaba con sus padres cuando se encontrara fuera, llamaba de vez en cuando a su hermano y mantenía contacto con sus amigos. Aunque el reciente mes, fue una pausa mientras recolectaba el dinero.

Una vez recibido el dinero, ellos retomaron sus labores. Sin embargo, no estaba muy contento con el último trabajo de Mac, por lo que tuvieron una acalorada conversación a raíz de ello, lo cual, dejó en el aire si debía continuar trabajando para él o mandarlo a freír espárragos.

Si él no pudo matar a Brittany, estaba más que decidido a hacerlo por su propia cuenta, aun si eso significaba regresar a prisión.

Miguel, por su parte, había hecho un trabajo excelente hasta la fecha, no obstante, aún le quedaba una tarea más por hacer antes de aventurarse a atacar a Brittany. Por otro lado, Terry también había hecho un trabajo bien hecho y, al igual que Miguel, le quedaba un trabajo por hacer para que Duncan finalmente se sintiese realizado y conforme.

Despiadada Venganza © [disponible en físico] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora