|| • Capítulo 2 • ||

4K 163 20
                                    

Martes....

Narra Rosalie....

Desperté está mañana bastante agotada, he pasado una noche de perros dicho muy común, he soñado tremendas estupideces desde que logré dormirme, por culpa de ese desconocido chico que he conocido en el centro comercial, me levanté de la cama, acomodé la manta y las sábanas, me di un baño, me siento tan cansada que juro que si no fuera por la Universidad segurito me quedaría durmiendo toda la mañana, toda la tarde y ojalá hasta el día siguiente, me coloque mi ropa interior, un pantalón de cuero, una blusa y una faja color negro, tenis del mismo color:

Desperté está mañana bastante agotada, he pasado una noche de perros dicho muy común, he soñado tremendas estupideces desde que logré dormirme, por culpa de ese desconocido chico que he conocido en el centro comercial, me levanté de la cama, acomo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me maquille un poco los párpados con una sombra color café y por último me hice un delineado con algo de negro, una coleta no tan alta con la cual hice una trenza y bajé a desayunar.

- ¡Buenos días! - Tomé asiento al lado de Violeta, quién estaba con su celular checando Insta.

- ¡Buen día, hermanita! -

No me agrada que me diga hermanita, me hace sentir pequeña e insignificante.

- ¿Qué te he dicho de llamarme hermanita, Naim?, ¿no te he dicho que odio que me digas así? -

- Lo lamento... me encanta decirte así, no volverá a ocurrir -

- Siempre dices lo mismo ¿sabes?.. ya no importa -

- ¿Cómo amaneces? -

- Un poco cansada, he soñado puras tonterías que por poco pierdo la cabeza, no te imaginas -

- Supongamos que han sido puras tonterías - Agregó Violeta.

La voltie a ver y con la mirada le ordené que mejor se quedara calladita, guiño con disimulo introduciendo una cucharada de avena en su boca, ella sabía perfectamente lo que había soñado, y con quién había soñado, no logré por lo que más quize sacarme a ese joven de la mente un solo segundo, inconscientemente pensaba en él, aún recuerdo a la perfección su físico, su rostro y cada facción de él.

- ¿Sucede algo? - Preguntó Naim extrañado - ¿y ese guiño? -

- Tranquilo, Naimi, no es nada fuera de lo común - Respondí con una sonrisa evitando su mirada clavada en mi rostro.

....

Ya en la U, saludamos a unos cuantos amigos de Naim, los cuáles... me caían bien, no puedo negarlo, eran excelentes compañeros y muy buenas personas y buenos principios, mantenían mucho respeto tanto en clases como fuera de ellas.

....

Después de la U, regresamos a casa, tomé una ducha, me coloque un top y un short azul marino, coloque un poco de perfume en mis muñecas y lo esparci por mi cuello:

¿Acaso.... eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora