“A veces los defectos se convierten en cualidades”
Ayer encontré en el viejo desván, mientras buscaba mis patines en línea, el diario que escribí cuando apenas tenia 8 años. Al principio no lo reconocí, su portada de ‘My Little Pony’ hizo que me arrepintiera de mis gustos anteriores. Recordé el motivo por el que empecé a escribirlo mientras pasaba las hojas.
Nunca olvidaré las palabras que me dijo el doctor Castle, a pesar de que por aquel entonces no entendía ni una: ‘infecciones de las vías respiratorias superiores’, demasiadas palabras para decir que me iba a quedar sin olfato. No volvería a oler el perfume barato que mi abuelo se solía poner los domingos por la mañana para ir a misa, ni el aroma que desprendían las alubias de mi abuela, ni la agradable fragancia a lavanda que salía de mi armario, ni el suave olor a humedad en el bosque de mi pueblo después de una fina lluvia.
Los primeros días no le di importancia, era como un constipado, pero a medida que pasaba el tiempo echaba más de menos esas pequeñas cosas. Cuando fui a revisión y declararon definitivamente mi anosmia, incapacidad de percibir ningún olor, fue cuando empecé a sentirme diferente. Para intentar animarme el Dr. Castle me regaló el diario, nunca había tenido uno hasta entonces, me alegre cuando vi que era de ‘My Little Pony’, la moda de entonces, mis dibujos favoritos. No sabía muy bien lo que tenia que hacer con él por lo que me dedique exclusivamente a hablar de mi día a día.
Mi nombre es Ignacia y esta es mi historia.
