-Hinata -.
-Hinata Shouyo -.
-Hinata-kun -.
-Hinata-San-.
Kageyama comenzaba a perder la poca paciencia que lo separaba de hacer una locura.
Que rayos pasaba con todo a su alrededor, porque de la nada había un sin fin de personas tras de su antiguo compañero de equipo...
En verdad no sabía que le sucedió a medio mundo para querer la atención del número 21 de los Black Jackals.
Y lo peor, que a él parecía agradarle toda esa atención, o por qué otro motivo le regalaría una sonrisa a cualquier ser humano que le hablará, saludará o si quiera lo viera.Desde que regresó de Brasil, lo primero que hizo fue ir al su departamento para "saludar".
Claro no podían mostrar su relación abiertamente, por la sociedad tan conservadora y homofobica en la que vivían.
Pesé a eso, lo había elegido, Shouyo lo eligió a él, su mandarina estaba frente a él y antes de que pudiera hablar o pronunciar una palabra lo jaló del brazo para cerrar la puerta con rapidez, tratando de no ocupar mucha fuerza en su agarré para no lastimar a su preciado Shouyo.
Lo sujeto de la cintura con ambas manos, juntando su frente con la del más bajo, encontrando unos hermosos ojos almendrados observándolo, no podía negar que le encantaba que esos iris sólo se enfocarán en su persona, cerró los ojos y comenzó a inhalar, dicen que cuando algunos de tus sentimientos falta los otros se intensifican y vaya que tenían razón, logró percibir un agradable aroma por parte de su pareja, quizá era la loción, o el shampoo que usó para bañarse, no tal vez sólo era el aroma natural de Hinata. Lo que sea que fuera el causante de ese dulce y exquisito aroma lo tenía enloquecido.
Tanto tiempo sin poder tenerlo, que ahora le parecía un sueño como los anteriores que acostumbraban a interrumpir su descanso.
Con sumó cuidado rozó sus labios con los ajenos, por todo lo hermoso del mundo, era como probar el sabor más dulce y adictivo del universo.
-Me vas a seguir torturando-. Protestó un inquietó pelinaranja.
-No hables-. Posó su dedo índice en los labios ajenos.- Quiero disfrutar éste momento-. Pero a quien engañaba, estaba tan ansioso por despojar cada prenda de su amado y mancilla todo ese hermoso cuerpo. Sin embargo extrañaba oír las súplicas del más bajo por su atención.
La noche transcurría con tranquilidad en la ciudad, no obstante en un departamento era diferente, dos seres tan compatibles se perdían en el amor y la pasión que sentían en todo su ser.
Y así pasaron los meses ocultando su relación entre cuatro paredes, aunque claro sus amigos sabían, por supuesto eso incluía a algunos compañeros de equipo, incluso las familias de ambos ya tenían conocimiento de esa relación tan íntima. Pará algunos había sido difícil aceptar pero al ver la felicidad de la pareja lograron aceptar su relación.Pero porque a hora todos sus encuentros amorosos y pasionales parecía un recuerdo, un efímero recuerdo, Kageyama reproducía una y otra vez esas escenas para controlar la inquietud que sentía, aunque en algunas ocasiones esos recuerdos cobraban vida en su entrepierna. Ya tenía dos semanas sin poner ver a su pareja, sabía que ambos estaban muy ocupados, no tenía mucho que los juegos olímpicos había culminado y con ello el gran impacto que causó el equipo de Japón, el increíble dúo de Kageyama Tobio y Hinata Shouyo, pero sobre todo a muchos les llamó la atención el número 10 tanto que incluso tenía su propio club de fans, por supuesto los demás integrantes tenían su propio club de fans pero últimamente oía de ese club de fans en específico.
Por otro lado también estaban los entrenamientos de sus respectivos equipos y a eso le sumaban las entrevistas que últimamente tenían, como todo deportista sería un honor aparecer en la portada de la revista más importante del país. Así es, los entrevistarian primero serían como rivales, Black Jackals VS Schweiden Alders, después como el equipo de Japón, era demasiado obvio que la mayoría de los jugadores pertenecieran a esos dos equipos.
Y ahí estaban, todos con en uniforme de Japón siendo entrevistados por una reportera con una vestimenta conservadora pero elegante.
Las preguntas se enfocaron en su desempeño en el equipo y entre algunas risas por parte de Bokuto, Miya, Korai y Hinata terminaron la entrevista. O al menos eso creyeron, antes de intentar abandonar el estadio una mujer entró al lugar seguido de un camarógrafo.
-Me alegra haber llegado a tiempo-. Hablo con alegría, ella traía una vestimenta un tanto más moderna.
La otra reportera sólo la observó con indiferencia.
-Por favor me podrían regalar un poco de su preciado tiempo-. Hizo una leve reverencia.
-Les prometo que seré rápida y breve-. Mostraba una sonrisa amigable.
Por favor nadie le creería en ese lugar, bueno casi nadie Hinata era tan inocente. Que tan astuta podía ser, desde que entró al lugar su acompañante comenzó a grabar, para muchos eso es irrespetuoso, pero para el joven que sostenía el aparato parecía agradarle.
No tardaron en llegar unos guardias de seguridad, sin embargo fueron detenidos por el entrenador, después de una conversación corta con la primera periodista se acercó a los confundidos jugadores.
-Porqué aún no la sacan-. Preguntó Wakatoshi con su usual tono de voz.
-No es tan fácil-. Habló el entrenador con preocupación.-Tendrán una entrevista más, pero les pido que cuiden sus palabras-.
Todos volvieron a sus lugares la mayoría confundidos por lo ult dicho por el mayor.
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ACEPTACIÓN.
Short StoryKageyama Tobio un jugado del vóleibol, tiene una relación cecreta con su rival, aún no pueden hacer pública su relación, así que evita levantar sospechas sin embargo las cosas no siempre son tomadas como uno quiere.