11✓Cueva

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Este lugar es más terrible de lo que pensé.

Es muy estrecho e incómodo, se suma la falta de luz, el olor a azufre que me dan malditas ganas de vomitar, y lo peor de todo es que estoy a menos de un metro de distancia de Ferideh. Estamos aquí hace solo veinte minutos y parece que hubiera pasado un año.

Cuando nos trajo Abdon nos advirtió sobre nuestro comportamiento, al parecer nos sacará de aquí hasta que aprendamos a comportarnos, faltaremos lo que sea necesario a nuestro entrenamiento.

No entiendo... ¿Por qué tanto empeño en hacernos unir a las dos?

Salvador no soporta a Simeón y aún así no los encierran por falta de convivencia; esto es extremadamente extraño, no puedo creer que esté aquí por haberme acostado con el novio de Ferdieh y no por casi chamuscarla en entrenamiento.

Esta mierda es un arma de doble filo y tendré que descubrir que hay detrás de todo.

¿Cómo lo haré?

Abdon ve todo, es el único que está enterado de todo lo que pasa en el otro lado, tiene que haber alguien que también lo sepa, no con la misma claridad pero con otro dominio...

Salvador.

Él lo escucha todo, podría ayudarme a investigar.

Mierda, creo que me odia por decirle la verdad en la cara, pero aparte de él no sé a quien más recurrir. No tengo amigos, Austin se alejó, además su dominio no me servirá de mucho. 

—Te odio—La voz de Ferideh me hace salir de mis pensamientos.

Ferideh siempre tan profunda y amistosa, para hacerla enojar más le sonreí con picardía.

Ya que me encontraba sumamente aburrida, debía molestarla para entretenerme.

De nuevo el silencio.

Si este lugar no nos hace más cercanas, nos enloquecerá, que pensándolo bien, sería lo mismo.

Estoy sentada, recostada en la pared rocosa por mis piernas juntas y mis brazos descansando en cada costado, intento dormir pero no logro hacerlo, este lugar me ahoga, me hace querer gritar, me hace querer explotar. Ferideh me mira con asco,  y yo solo sonrío con malicia.

—El amor es mutuo—La miro con cara de diversión.

Me gusta molestarla porque sé que es fácil de irritar.

—Eres una completa basura—Se levanta de su lugar.

Ferideh comienza a caminar de un lugar a otro, pero al ser un lugar tan pequeño no tiene mucho que hacer, más sin embargo camina y camina haciendo que yo me mareé. Abdon ni siquiera nos dejó traer los suplementos para nuestros dominios, simplemente estamos aquí, "muriendo" (de nuevo) de aburrimiento. ¿Qué mierda pasa por la cabeza de Abdon? Esto es inaudito e injusto.

—¿Algo más?—Pregunto con cansancio.

De un movimiento ágil Ferideh me levanta del suelo y me pega contra la pared rocosa haciendo que mi vista se nuble un poco; tiene su mano en mi cuello haciendo presión. Me mira a los ojos con tanto odio que sé que le saldrá agua de sus orejas en cualquier momento, yo solo la miro con diversión.

—Vamos, hazlo—La reto. Sé que retándola me va a lastimar y así me dejarán salir primero que a ella.

O eso quiero creer.

Ferideh tensa su mandíbula y me suelta. La miro con diversión mientras acaricio mi cuello, ella simplemente se sienta y yo imito su acción.

—¿Por qué a mi?—Pregunta.

Yo la miro con duda.

—Tu empezaste este estúpido juego.—Me encojo de hombros.

Ferideh pasa las manos por su cabello tratando de peinarlo.

—Simeón...—Me miró—Él te ayudó, nunca ayuda a nadie y contigo lo hizo—Susurró.

Vaya, vaya...

¿Toda esta mierda es por un hombre?

Está pendeja.

—Al principio me interesó—Confieso mirándola—Pero luego, solo lo hice por venganza hacia ti por tratarme como mierda.

Ferideh tiró una piedra justo al lado de mi cabeza.

—¿Él te buscó?—La ira reflejada en sus ojos...

¿En serio está tan enamorada? Solo es un chico. Hay muchos chicos guapos aquí.

—Nos buscamos, simplemente pasó—Confesé—Luego pasamos las noches juntos mientras tu estabas recuperándote.

Ferideh miró hacia otro lado y lágrimas cayeron de sus ojos.

Mierda, tengo que ser más sensible.

—Eres una hija de puta—Soltó mientras limpiaba sus lágrimas con rabia.

Tal vez si, tal vez no; en realidad no lo sé, no conocí a mi maldita madre, pero fue puta al abandonarme, sigo preguntándome porque lo hizo, que la llevó a hacerlo, porque simplemente no luchó por su hija...Pero esas preguntas jamás alguien podría responderlas.

—¿Todo esto es por un maldito hombre que te engañó?—La pregunta abandona mis labios sin poder detenerme.

Ferideh me miró, ahora dejando salir las lágrimas sin vergüenza.

—No entiendes—Sus ojos ya se empezaban a tornar rojos—No sabes por todo lo que tuve que pasar, no sabes como fue nuestro inicio...—Limpió sus lagrimas evitando mi mirada—No sabes lo importante que es Simeón para mi.

Bufé.

Hay más hombres aquí, amiga, entiende eso.

—No voy a pelear por hombres, Ferideh—Me levanté de mi lugar limpiando el polvo de mi pantalón—Pero si te vuelves a meter conmigo, al saber tu debilidad lo usaré a él como venganza.

Ferideh me miró y apretó mucho sus labios entre sí.

Me quedé allí, parada en ese tétrico y horrible lugar, mirando como esta chica enamorada estaba pagando un maldito castigo por un maldito hombre, me preguntaba mil veces porque lo hacia, que tenia de especial, que había pasado con ellos antes como para que ella lo pusiera por encima de todo y de todos, que le generaba esa dependencia hacia él... Preguntas que trataría hacerle, porque sabía en el fondo que aquí íbamos a durar suficiente tiempo.

Lo suficiente para contarnos cosas que tal vez nadie más sabía....

Después De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora