La otra

14 2 1
                                    


 Después de eso voy a mi trabajo, pero ahí tampoco puedo dejar de pensar en que quizás Christopher ya no me quiera a su lado. A puesto que ya tiene otra y con tan solo pensar en eso, hace que todo mi cuerpo se tense. De pronto me siento inquieta, tensa, siento que quiero gritar muy fuerte. Nunca antes tuve este tipo de reacción, por ninguno de mis novios y eso que no tuve muchos, solo dos. Da igual, ellos no me traban bien y supongo que eso explica un poco lo que me pasa, ahora. Christopher tampoco me trata tan bien; no sé porque sigo ahí, porque no me he atrevido a escaparme teniendo la oportunidad. Sin embargo me quede ahí, trate de ignorar todo y me metí en una sociedad solo para estar con él y ahora me desecha así como así. ¿Quién se creen que es para hacerme eso? ¿Cómo puede hacerme eso? después de presentarme a su loca familia, después de a ver aceptado entrar a la sociedad y hacer esas estúpidas clases y entrenamiento; acoso eso no es prueba suficiente para demostrar que quiero estar con él.

¿Qué supone que debo hacer? ; Me pregunto en mi fuero interno. He sido tan estúpida al creer que él podría quererme, está claro que jamás me querrá. Quisiera no a verme obsesionada con él, quisiera no ha verlo visto nunca, quiera poder olvidarlo así como él está haciendo.

Y ahí estoy yo debatiéndome como pude ser tan estúpida, tan ingenua, tan débil de caer ante los encantos de un hombre por tercera vez en mi vida. Esta claro que para mi << el amor no es>>, a mi no funciona. Nunca me ha funcionado; pienso mientras atiendo a un hombre. Pero enseguida me doy cuanta de que ese hombre es nada más ni da menos que Iván Ravena. Le traigo lo que me pidió.

— Gracias. – me dice. – tienes que venir a declarar.

— ¿a declarar? –pregunto colocando una mano en mi cadera.

— Si, ante la orden de sangre.

— ¿disculpa? – pregunto con perplejidad.

— Lo que paso es muy grave, y eres parte de los acontecimientos.

— Ya le he dicho que el niño me llamo, ni si quiera sabia lo que esta pasando. – digo moviendo mi brazo mientras me encojo un poco de hombros.

— Puedes decirle eso mismo a al consejo. – me responde. – aquí esta tu citatorio. – me da un papel. Y tengo la impresión de que él entro aquí solo para entregarme esto, ¿pero como supo donde trabaja? ¿Cómo supo en donde encontrarme?; me pregunto. Le da un sorbo a su te de frutos rojos. Acto seguido deja el dinero y se levanta de la mesa. – No faltes. – añade cerca de la puerta. 

Después de cumplir con todas mis horas de trabajo regreso tarde y una vez más no veo  a Christopher

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de cumplir con todas mis horas de trabajo regreso tarde y una vez más no veo a Christopher.

— ¡Señorita Cooper! – Exclama Albert al verme. – antes de que pueda decir donde estaba Christopher. Albert añade. – el señor White me pidió que le dijera que no lo espere esta noche. – lo miro perpleja.

Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora