«Mᴏᴏɴ: Wɪᴛɴᴇss Oғ Oᴜʀ Lᴏᴠᴇ» ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ

Mᴏᴏɴ: Wɪᴛɴᴇss Oғ Oᴜʀ Lᴏᴠᴇ

Lan Zhan se sentía nervioso tanto como cuando le pidió a Wei Ying ser su novio.

Recordaba aquella hermosa noche perfectamente, lo recordaba aún después de tres años de haber sucedido.

Todo era perfecto, el cielo nocturno adornado de una imponente luna llena, una banca en el parque rodeada de flores y algunas luciérnagas brillando al rededor de ellas. Era un lugar mágico, además de ser ese parque muy especial para ambos, pues fue ahí donde se conocieron por primera vez.

Esta vez, era igual de especial, no era nada diferente en absoluto, aunque quizás más importante; ésta noche Lan Zhan le pediría matrimonio a Wei Ying, pues estaba completamente convencido de que ese chico de hermosa sonrisa era su único amor y quería compartir con él cada instante de su vida. Se sentía feliz pero también tenía miedo a que Wei Ying no lo aceptara, sabía que Wei Ying lo amaba tanto como él pero aún así el temor lo invadía.

Wei Ying se dirigía tranquilamente al parque donde su novio lo esperaba.
A unos cuantos metros de llegar lo vio sentado en esa banca, con la luz de luna reflejada en su suave y blanca piel. A sus ojos, Lan Zhan era el ser más divino en la faz de la tierra. Un sentimiento cálido inundó su corazón; con una sonrisa juguetona, retomo su caminar hasta llegar con su gran amor, Lan Zhan.

— ¡Lan Zhan! — Sonrió aún más al notar que su amado le regalaba una pequeña sonrisa, esa que solo él tenía el privilegio de admirar. — ¡¡Te extrañé tanto!! — le dijo dramáticamente mientras se lanzaba a sus brazos, — También te extrañé Wei Ying — dijo en un tono serio pero lleno de sinceridad y anhelo mientras lo abrazaba.

Ambos se sentaron y Wei Ying apoyó su cabeza en el hombro de Lan Zhan, él, pasó un brazo por su cintura y se mantuvieron así por un momento, Lan Zhan se relajó y olvidó el temor que sentía, iba a comenzar a hablar cuando Wei Ying se adelantó — Lan Zhan... ¿No crees que la luna luce igual de brillante como la noche en que nos volvimos novios?... — dijo mientras miraba a la luna que iluminaba el cielo — ...Es tan hermosa, pero no se compara con la belleza de mi Lan Zhan — soltó mientras miraba a su novio en espera de alguna reacción, Lan Zhan por su parte solo asintió y besó dulcemente a su novio. Wei Ying se separó, sonrió tiernamente y continuó recordando — Estabas nervioso aunque a simple vista no se notaba. —
— Sólo Wei Ying logra ponerme nervioso — respondió el Lan. Ante aquella respuesta, Wei Ying sólo pudo sonreír y besar nuevamente aquellos suaves labios.

Después de aquél beso, Lan Zhan decidió que era hora de realizar su propuesta, sin importar qué, él estaba dispuesto a respetar la decisión que tomara Wei Ying, cualquiera que fuese la repuesta, lo aceptaría, jamás obligaría a Wei Ying a nada que él no quisiese.

Se puso de pie para arrodillarse frente a su novio — Wei Ying, eres la única persona que ha sido capaz de transformar por completo lo que creía... — el mencionado sólo lo miraba completamente asombrado ante las acciones de su novio — ...gracias a ti he llegado a experimentar emociones que jamás pensé que sentiría... Me enseñaste a ver el mundo de otra manera y ahora estoy seguro de que mi corazón te pertenece... Todo de mi te pertenece — los ojos de Wei Ying se llenaron de lágrimas y su corazón se sintió cálido ante las inesperadas palabras de su novio.

— Wei Ying, quiero ser tu compañero de vida, quiero que me permitas admirar cada una de tus sonrisas — en ese momento sacó una pequeña caja y la abrió, contenía dos cadenas de plata con hermosos dijes de luna llena, una de un tono azul y la otra de rojo. — Wei Ying ¿aceptarías casarte conmigo? —

Wei Ying estaba paralizado. Unos segundos después de salir de su asombro, se arrodilló frente a su novio. — Lan Zhan... Mi Lan Zhan — dijo tomando entre sus manos el rostro de su novio — Por supuesto que acepto casarme contigo, nada me haría mas feliz que ser tu compañero de vida... Mi corazón también te pertenece... Todo de mi te pertenece — Sonrió y acercó el rostro de su novio hacia el suyo para probar nuevamente esos dulces labios que le encantaban, Lan Zhan correspondió el beso, confirmando a través de él, cada una de sus palabras.

Después de transmitir con aquel beso lo que las palabras no podían, ambos se pusieron de pie. Lan Zhan tomó una de las cadenas para colocársela a su Wei Ying — Wei Ying, estas cadenas representan nuestro amor y que siempre me llevarás contigo al igual que yo a ti — Dijo con voz firme.

Detrás de cada dije estaba grabado el nombre de cada uno, la luna azul (color favorito de Lan Zhan) tenia grabado Wei Ying, ésta se quedo con Lan Zhan, mientras que la roja (color favorito de Wei Ying) grabada con Lan Zhan se quedó con Wei Ying.

Cuando Lan Zhan terminó de abrochar la cadena a Wei Ying, fue el turno del chico de brillante sonrisa en colocarle la cadena a su amado.

— Lan Zhan, ante la luna te prometo estar a tu lado, aún cuando no puedas sentirme y aunque no puedas verme, ahí estaré... Te prometo amarte hasta el último segundo de mi vida, incluso después de la muerte. —

Lan Zhan se giró para abrazar a su futuro esposo y darle un beso en la frente como signo de que la promesa era mutua.

Wei Ying llevo una de sus manos al rostro de su novio, acarició su mejilla delicadamente — Te amo Lan Zhan, te amo demasiado — sonrió mirándolo a los ojos, — También te amo Wei Ying — dijo mientras depositaba un suave beso en la mano que acariciaba su mejilla. Ambos se sonrieron dulcemente para después unir sus labios en un delicado beso, uno que demostraba la devoción que sentían el uno por el otro.

Esa noche la luna fue testigo del gran amor que dos almas se profesaban, un amor que seguiría aún después de la muerte.